En 2013 Nicolás de Maya crea un curioso e interesante cartel para las fiestas que celebra Cehegín, el pueblo natal del pintor, en agosto. El cartel es una imagen de la Virgen de las Maravillas, impresa con tinta luminiscente, sobre fondo negro, para que resplandezca durante la noche. No es el único cartel que Nicolás de Maya diseñará para la localidad en la que nació en 1968; ya en 2001 había realizado el anunciador de las Fiestas Patronales, un cartel en el que recurrió a un fragmento del cuadro Cuerpo a cuerpo, un detalle de las piernas de un torero aguantando a pie firme la embestida del astado, pues el objetivo del impreso era celebrar el Centenario de la plaza de toros de Cehegín. Y en febrero de 2016 recurrirá como motivo gráfico a una cubertería para anunciar la Octava Ruta de la Tapa y el Cóctel.

Tiene largo recorrido Nicolás de Maya como autor de carteles. Y si hemos citado aquí estas tres piezas es porque, a pesar de la disparidad de los temas y la dilatación en el tiempo, tienen una cosa en común, la intención, por parte del artista, de aportar desde la cartelería elementos novedosos, que sirvan además para que el propio autor indague y reflexione sobre su obra, aportando elementos muy próximos a lo conceptual.

El cartel que reproducimos en esta página es perfecto ejemplo para ilustrar esa intencionalidad que subyace en la obra del ceheginero. Nicolás de Maya crea en 2016 la imagen del 47 Festival de Teatro, Música y Danza de San Javier. Un encargo que recibió el pintor directamente desde la organización del Festival, que plantea iniciar nueva etapa poniendo en estrecho contacto las artes plásticas y el certamen marmenorense; encargo que llevaba implícito el compromiso de Nicolás de preparar una exposición en las fechas del certamen.

En el cartel, dos bustos cubiertos por un paño, que quieren dejar que se intuya, a través de los textos impresos en la tela: ‘To be or not to be’ y ‘En un lugar de La Mancha’, a dos autores teatrales, a dos literatos de renombre mundial: William Shakespeare y Miguel de Cervantes, precisamente en el año en que se celebra a ambos escritores. Un acto de amor a la literatura. Y un vínculo con la obra plástica de Nicolás de Maya que gusta incorporar en sus piezas textos, letras… impresas, como marcadas a fuego.

Un cartel imposible sin que la memoria recurra a la referencia de la obra de Magritte Los amantes. Un trabajo que recoge el compromiso de Nicolás de Maya como artista multidisciplinar, un cartel concebido como una pieza conceptual, que contó con trabajo escultórico para boceto preparatorio del afiche.

Escultura, pintura, cartel… Un juego plástico y, una vez contemplado el resultado, una feliz correspondencia entre distintos géneros y procedimientos artísticos.