Ubicada entre Santiago de la Ribera y Los Alcázares, la playa de la Hita tiene guardado un hueco en la mente de todos como uno de esos rincones con encanto de todo el territorio de la laguna salada. Incluido en los Espacios abiertos e islas del Mar Menor, este espacio natural protegido se puede considerar como una de las pocas playas salvajes de toda la comarca.

Estas antiguas salinas, que destacan por su rica vegetación costera, alberga pequeños humedales donde la presencia de 'siempreviva', conocida por su aguante a las temperaturas extremas, resulta más que notable.

La playa dispone de un observatorio de aves desde el cual podemos deleitarnos con la gracilidad de distintas especies que encuentran en este entorno el lugar indicado para sobrevivir. Un paseo por la arena hasta la playa de las Salinas o por las pasarelas de madera construidas para no alterar el desarrollo de la fauna supone un plan excelente para seguir conectado a la naturaleza en verano.

Protección de fauna y flora

La playa de la Hita está catalogada como Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo, y es que gracias a la poca intervención del hombre en este entorno, sus condiciones resultan de lo más singulares y notables. La abundancia de aves propias de este ecosistema y el nacimiento de un riachuelo de agua dulce en uno de sus extremos aportan a este lugar unas características únicas. Muchas especies de aves migratorias lo usan como lugar de paso y zona de cría, donde la rica vegetación, encabezada por el carrizal, les sirve de refugio y dormidero a aves como rascones, carriceros y garzas reales.