Otra prueba de que el tiempo vuela. Crudos son una de las bandas murcianas más populares y respetadas, y este 2018 se cumplen 30 años de la primera vez que subieron a un escenario. Y, con Chema Espejo siempre al frente, no parece que se les vaya a parar la cuerda. Pocos grupos pueden presentar una trayectoria como la suya: miles de conciertos, vivencias, canciones... Es momento de echar la vista atrás, reconocer su contribución y su esfuerzo en pro de la escena murciana, de la que Espejo ha sido defensor y activista. Esta noche celebran la efeméride en la Sala Revólver.

¿Alguna vez pensaste que podrías cumplir 30 años como banda?

Pues, sinceramente, no. Desde mi adolescencia me ha apasionado la música, pero nunca pensé que me iba a pasar lo que me ha pasado.

¿Cómo ves la trayectoria del grupo con el paso del tiempo?

La trayectoria ha sido, al menos para mí, estupenda. Una canción que irá en el próximo disco dice: «Mami dijo, cuando yo era un crío: 'Tú vas a triunfar, vas a ser lo más'. Y aquí me tienes, ya me ves, crudo y sin hacer? Quizás no triunfé, pero lo paso superbién. I'm having lots of fun».

¿Puedes hacernos un resumen de la carrera de Los Crudos para quién no os tenga ubicados?

Ya me gustaría ser Baltasar Gracián para hacer un resumen de tres décadas, o Julio César para decir aquello de 'Veni, vidi, vici', pero, en dos palabras, diré que la historia de los Crudos ha sido 'satis-factoria'. En cualquier caso en nuestra web (www.loscrudos.es) tenemos una biografía bastante completita.

¿Recuerdas vuestro debut?

Fue con La Banda Cruda en el Casinillo de Alguazas, el 23 de junio del '88, y fue delirante, incluso para los experimentados músicos que me rodeaban (Ginés, Pepe y Pedro Navarro, Roberto y Juanfra).

¿Os siguen influyendo las mismas bandas que entonces?

Básicamente sí. No hay que olvidar que casi todo lo bueno en la música se hizo entre 1965 y 1975.

Aquel primer grupo, La Banda Cruda, era más jazz y soul. ¿Qué ocurrió para que el rock se metiera en tu vida?

Particularmente yo nací a la música con una curiosa mezcla de Creedence, Led Zeppelin y Young. Luego, en los ochenta, tuve un ataque de jazz que duró hasta que montamos La Banda Cruda. En aquellos años había en Murcia muy buena gente tocando jazz, blues y rock, creo que el éxito que tuvimos se basó en la fusión de esos tres palos. Y cuando se disolvió La Banda Cruda, la orientación hacia el rock vino en parte por una cierta decadencia del boom jazzístico de los ochenta y también porque queríamos convertirnos en famosos y ricos [Risas].

¿Se mantiene todavía aquello de «rock con unas gotitas de funk» para describir vuestro sonido?

Sí. Al menos desde el '95 esa es nuestra seña de identidad. No somos los Scary Pockets, pero siempre intentamos meter algo de funk en nuestros temas.

Tú empezaste tarde en esto del rock. ¿Cómo fue lo de subirte al escenario? ¿Qué ocurrió o qué escuchaste para dar el paso?

Una casualidad. Empecé, junto con Roberto, colaborando en unas obras de teatro en inglés en diversos institutos, y de ahí surgió la posibilidad de formar un grupo. Con Roberto, Ovidio y Andrés montamos los Q3, que fue mi primer grupo.

¿Ser profesor y pisar el estrado de un aula tiene algo en común con una banda de rock?

Claro, en ambos casos se trata de enseñar algo a una gente que está pendiente de ti, o por lo menos eso es lo que se espera...

Desde tu condición de profesor de instituto, ¿ha tenido algo de frustrante comprobar cómo tus alumnos le daban la espalda al rock?

Claro. El giro ha sido brutal. En el día de hoy los alumnos rockeros son bichos raros. Están casi todos abducidos por el virus reggaetoniano. A pesar de ello, yo he hecho lo posible para curar esa enfermedad tan contagiosa. De hecho, montamos hace años el Aljada Rock Band, del que ha salido uno de los guitarristas con mayor proyección: Juan Alarcón. Y los teachers damos algún que otro concierto de rock en las fiestas escolares. Pero todo es en vano. Ahora lo que prima es la imitación. La creatividad está de vacaciones.

¿Cuál es el secreto para seguir manteniendo la intensidad después de treinta años?

No hay secreto, es una actitud. No concibo otra catarsis más enriquecedora. Hasta que el cuerpo aguante.

¿En qué punto y estado se encuentran Chema y Los Crudos?

Yo estoy jubiloso. Y mis zagales (Vito, Paco Vilches y Fiti) están insuperables. Llevamos seis años juntos, y todo ha marchado estupendamente. Hemos tocado un montón. Nos hemos enriquecido y hemos adquirido varios casoplones y coches de alta gama.

¿Qué creéis que ha podido suceder para que después de tantos años no hayáis sido más conocidos por el público en general?

Son muchas las razones. No hemos tenido padrinos y somos difícilmente encajables. No somos poperos. No somos heavies. No somos blueseros, etc. Y somos un poco de todo. Para bien o para mal, somos crudos y sonamos crudos.

¿Qué repertorio vais a seleccionar en este concierto de aniversario? ¿Qué debe esperar el público que acuda a veros? ¿Qué planes hay para la celebración del 30 aniversario?

Después de tantos conciertos para guiris, en donde tenemos que echar mano a versiones -que no tributos-, vamos a ofrecer un repertorio crudo. Además nos apetece mucho volver a la Revólver. Los que vengan sentirán en toda su intensidad una verdadera descarga cruda.

¿No os habéis planteado pasaros al indie?

Vamos a esperar un poco... [Risas].