Investidura de Sánchez

Sánchez agradece la "templanza" de los suyos y defiende un Gobierno "legítimo, democrático y constitucional"

El candidato socialista se compromete a abrir un debate sobre el modelo territorial, pero "teniendo como referencia" la Constitución española

Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados.

Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados. / José Luis Roca

Iván Gil

Pedro Sánchez ha dedicado su breve discurso de cierre en la sesión de investidura a cerrar filas en el PSOE y revertir los argumentos de la oposición para avanzar un Gobierno "legítimo". En primer lugar, ha agradecido a los suyos un apoyo en momentos "difíciles", tanto por las dudas sobre la ley de amnistía como por los ataques a las sedes del partido. "No lo voy a olvidar", les trasladó tras semanas en las que se ha reclamado una adhesión a ciegas cuando se negociaba, sin información, la ley de amnistía que hasta el 23-J se tachaba en el PSOE de anticonsticional.

El líder de los socialistas ha justificado, sin referirse directamente a la ley de amnistía, que "recuperar la normalidad política" precisaba de "discreción". También de una "templanza" que ha reconocido en los cuadros socialistas. Todo ello, mientras el incremento de la tensión social y la falta de pedagogía, tanto hacia dentro como hacia fuera del partido, disparaban las dudas de esta arriesgada operación. A ello se une la presión ambiental, que Sánchez ha tildado de "graves acusaciones, falsedades e injurias". "Sé lo duro que está siendo", empatizó con los suyos en referencia a los ataques a las sedes, pero también a lo que tildó como "señalamientos no solo de medios alternativos en redes sociales, sino también en prensa tradicional de nuestro país".

Cierre de filas, empatía y agradecimiento por un partido que ha mantenido su cohesión interna sin apenas visibilizar en público las discrepancias en su seno con discurso que ha intentado ser más sentido y menos político. Como ya hizo este miércoles, Sánchez ha priorizado, a modo de "hacer de la necesidad, virtud", que se construya un gobierno progresista pese al peaje con los independentistas. De cara a la próxima legislatura, rodeada de incertidumbre y una estabilidad que no garantizan en estos momentos sus socios catalanes, Sánchez ha avanzado que "será el tiempo del diálogo y de la justicia social".

Frente a las acusaciones de trazo grueso que ponen en duda la legitimidad del proceso de investidura, con el PP refiriéndose a "corrupción política" y Vox hablando abiertamente de "golpe de Estado", Sánchez ha querido remarcar que el Congreso decidirá sobre la formación de un gobierno "legítimo, democrático y constitucional". Con un poder limitado por los resortes del Estado de derecho, ha añadido. Como colofón, a Alberto Núñez Feijóo le reprochó que "la democracia solo es posible si se acepta la derrota", siempre temporal en política, y que "así debe ser para preservar la convivencia libre y pacífica".

Debate territorial

El candidato socialista se ha comprometido en esta segunda jornada del debate de investidura a abrir el debate territorial durante esta legislatura. Después de que la portavoz EH Bildu, Mertxe Aizpurua, reclamase "abrir de par en par la agenda plurinacional y social", Sánchez recogió el guante, pero "teniendo como referencia" la Constitución española. Un asunto presente en las negociaciones con los socios de investidura, pero al que Sánchez no se había referido ni en su discurso de investidura ni en las réplicas a ERC o Junts que cerraron este miércoles la primera jornada del pleno de investidura.

"En el marco constitucional es donde debemos referenciar el debate sobre el reconocimiento", matizó, tras abrirse a profundizar en este proceso desde la perspectiva de que la Carta Magna "recoge existencia de nacionalidades y regiones". Los soberanistas catalanes y vascos arrancaron en sus acuerdos de investidura avances en el "reconocimiento nacional" de sus territorios, mientras que el BNG logró un compromiso para que Galicia, como "nacionalidad histórica", tenga un mismo estatus a lo que se pacte con Cataluña y Euskadi.

Agresión a diputados del PSOE

La segunda jornada del pleno de investidura, en la que Sánchez tiene comprometido el apoyo de 179 diputados, ha estado marcada por protestas y la agresión a cuatro diputados del PSOE. Uno de ellos, el diputado por Teruel Herminio Sancho, recibió el impacto de un huevo en la cabeza, según fuentes parlamentarias socialistas. Lo acompañaban los diputados socialistas María Luisa García, Daniel Senderos y Vicent Sarrià. Los hechos ocurrieron, antes del inicio del pleno, fuera del perímetro de seguridad levantado durante estos días por las fuerzas de seguridad. Los agresores han sido identificados por la Policía y el PSOE interpondrá la consiguiente denuncia.

El portavoz del PSOE, Patxi López, hizo referencia a la agresión y acusó al PP de alimentar "a los fascistas que asaltan las sedes del PSOE". Siguiendo el tono mitinero de su intervención, lanzó una proclama de "ánimo y fuerza" a sus compañeros de filas para concluir que "no nos van a callar". El tono de sus acusaciones al PP fue in crescendo, para intentar vincularlo con la ultraderecha. Asimismo, trató de contraargumentar su oposición a la ley de amnistía para concluir que su posición "no es por la amnistía, es porque las urnas no le han dado la posibilidad de gobernar".