El Gobierno y el PSOE mantienen su voluntad de celebrar las elecciones generales en marzo de 2012, incluso si no consiguen los apoyos parlamentarios suficientes para aprobar los presupuestos generales del Estado del próximo año y deben prorrogar los actuales.

En rueda de prensa tras la reunión de la Comisión Permanente de la Ejecutiva Federal, el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, ha subrayado "con toda rotundidad" que ése es el objetivo del Gobierno porque considera que sería "irresponsable" iniciar una campaña electoral en un momento "crucial", cuando todavía hay reformas que tramitar, como la negociación colectiva.

Las elecciones serán "cuando toca" y así se lo ha trasladado a la dirección del partido tanto el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, como el candidato "de facto", Alfredo Pérez Rubalcaba, según ha explicado.

El secretario de Organización ha querido salir al paso de las informaciones publicadas por varios medios de comunicación que barajaban la posibilidad de que los comicios se celebraran en noviembre.

Según ha subrayado, en el contexto actual el adelanto electoral "no sería entendible por nadie" y se enviaría además un mensaje equivocado a los mercados y acreedores.

Éstos deben saber, ha añadido, que "España es un país serio que cumple sus compromisos" y que tiene un presidente del Gobierno "con fuerza y voluntad política suficiente para seguir haciendo las reformas" que necesita la economía "para despegar definitivamente".

"La responsabilidad del Gobierno es tomar medidas y hay que hacerlo estos meses; paralizar esas medidas, esas reformas, sería paralizar la recuperación de la economía y del empleo y el Gobierno no lo va a hacer", ha recalcado.

Iglesias no ha querido ahondar en la posibilidad de prorrogar los actuales presupuestos y ha reconocido que ese escenario no sería bueno, pero ha dejado claro que no conseguir apoyos no obligaría a convocar los comicios antes de hora.

No obstante, se ha mostrado convencido de que los socialistas encontrarán partidos "responsables" que colaborarán con el Gobierno para cumplir los compromisos de déficit y deuda.

La polémica sobre un eventual adelanto electoral ha surgido en el día en que Rubalcaba es ya "candidato de facto" del PSOE para las generales, ya que ninguno de los nueve militantes socialistas que aspiraban a competir con él en las primarias ha conseguido los avales necesarios.

El plazo acababa este mediodía y nadie ha presentado las casi 22.000 firmas de militantes necesarias para abrir el proceso electoral interno, según ha explicado Iglesias antes de recalcar que el partido ha cumplido "de manera estricta" con todos los estatutos.

Y asegura que lo seguirá haciendo, ya que ahora se abre el plazo para presentar alegaciones -dos de los candidatos ya han anunciado que recurrirán el proceso- y sólo después Rubalcaba será proclamado provisionalmente candidato.

La proclamación definitiva la hará el Comité Federal el 9 de julio.

El PSOE ha estudiado también hoy el proceso de constitución de los ayuntamientos del sábado e Iglesias ha denunciado los pactos legítimos, aunque "extraños", que han dejado a los socialistas fuera de algunos consistorios.

Finalmente gobernarán en 2.500 ayuntamientos, en 1.850 de ellos con mayoría absoluta.

Sobre el futuro de las diputaciones vascas, ha asegurado que la dirección federal comparte la postura de los socialistas vascos ante eventuales alianzas, aunque ha precisado que este asunto está todavía "muy verde".

Según ha explicado, los socialistas harán todo lo posible para ser exigentes con aquellos que "se han incorporado a la democracia tan recientemente", en alusión a Bildu, porque "necesitan un tiempo de prueba".