Las Jornadas Técnicas sobre el Impacto de las Obras del AVE en la Huerta de Murcia y en sus infraestructuras de riego, organizadas ayer en el Edificio Moneo de la capital por la Junta de Hacendados con la colaboración de la UMU, se convirtieron en una gran reivindicación de los huertanos contra los planes de Adif para la segunda fase del soterramiento del tren a su paso por la ciudad.

Uno de los conferenciantes fue José María Gómez Espín, catedrático de Geografía de la Universidad de Murcia, que explicó que uno de los problemas del proyecto de Adif , que plantea desviar y reponer las acequias atravesadas por el nuevo trazado soterrado entre Murcia, Barriomar y Nonduermas, haciendo uso de vasos comunicantes a ambos lados de la vías o de tuberías por encima de la catenaria y de la cubierta del túnel, es que cuenta con un estudio de impacto territorial que «no contempla el paisaje cultural, es decir, un paisaje construido a lo largo de más de doce siglos sobre una relación río, huerta y ciudad y por lo tanto habría que tenerlo en cuenta», señaló el profesor.

Por otro lado, destacó en su intervención que «estamos en un llano de inundación, de crecida, afortunadamente para su respuesta tenemos dos redes, la red de aguas vivas y la red de aguas muertas, que funcionan y que siguen en activo, y lo ideal es no solo mantenerlas sino potenciarlas, porque han sido las que han vertebrado el territorio».

En un contexto climático donde van a ser más frecuentes los fenómenos de lluvias copiosas, el catedrático apuesta por «recuperar esas redes de drenaje, azarbes y corredores». Gómez Espín se mostró muy crítico con el proyecto de Adif de utilizar tuberías por encima de la catenaria y de la cubierta del túnel. «Es una locura, deben hacer lo razonable, lo que propone la Junta de Hacendados: un cauce de aguas vivas al norte que sirva para distribuir en esa zona el riego, y un cauce de aguas muertas (azarbe) al sur, y de esa forma se van a recoger todas las escorrentías que se produzcan y se soluciona el problema de crear unos muros pantalla que llegan a 30 metros de profundidad y cortan la circulación subsuperficial». Según el catedrático, el plan de Adif podría perjudicar a cerca de 1.000 hacendados.

Por su parte, Iñaki Mellado, director técnico de la Junta de Hacendados, explicó el proyecto alternativo que plantea este ente (valorado en 9 millones de euros) y los problemas que plantea el del administrador ferroviario. Según Mellado, el principal error es que no considera el drenaje de las fincas agrícola afectadas. «Hablan de riego, pero no del drenaje, que es fundamental para el cultivo de las fincas, que están en producción, y de las que dependen tantas familias», reivindicó. El director técnico detalló que ese drenaje permite que el nivel freático de las fincas no se eleve, «no llegue a las raíces de las plantas y mueran por asfixia radicular». Para Mellado, si los planes de Adif siguen adelante afectaría a muchos agricultores. «El trazado completo del que estamos hablando tiene una longitud de 4,5 kilómetros con una extensión de huerta de un kilómetro, desde la estación a más allá de Nonduermas, casi al límite con Alcantarilla; estamos hablando de mucha superficie, muchas casas, muchas fincas, y mucha gente, que si no vive directamente de ellas, es algo que completa su economía familiar», recordó.

Por otra parte aseguró que las conversaciones entre Adif y la Junta de Hacendados están paralizadas. «Adif se está aprovechando de nosotros, porque es muy fácil decir poner a la Junta de excusa para justificar otros problemas que tienen en la obra», criticó Iñaki Mellado, que aseguró que le consta que no solo tiene que solucionar lo que ocurre con el servicio de la Junta de Hacendados sino también con otras empresas del sector eléctrico y de aguas. «No nos vamos a poner delante de la máquina giratoria de la obra, pero sí vamos a defender los derechos de la Huerta de Murcia».