«Mi marido no me pega», sentenciaba la mujer a la que la Policía encontró dentro de un armario en su vivienda de Murcia. Tal y como informaba entonces el Cuerpo, se trataba de una víctima de violencia de género. Sin embargo, la mujer se negó a denunciar a su pareja (la Policía actuó de oficio) y dijo a los agentes que, si presentaba lesiones (hematomas, indicó la Policía Local de Murcia), era porque se las había hecho ella misma.

Entonces, la Policía procedió al arresto de un hombre, compañero sentimental de la mujer hallada en el armario, como presunto autor de un delito de violencia de género. En el día de ayer, pasaba a disposición judicial en la Ciudad de la Justicia de Murcia. Y salía de los juzgados por su propio pie, con una orden de alejamiento bajo el brazo, confirman desde el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia. Está en libertad con cargos.

Así lo ha establecido la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Murcia, que ha dictado una orden de protección integral para la víctima. Además, la magistrada obliga al sujeto a marcharse de la casa familiar, en El Carmen, donde permanecerán la joven agredida y su hijo, menor de edad.

Si el individuo, de 29 años, incumple alguno de estos mandatos, incurriría en un incumplimento de condena y podría acabar en prisión provisional.

«O me dejas en paz o te tragas el micrófono», decía el martes la víctima a una reportera de televisión que le preguntó en la calle por el suceso. «Aquí no ha habido secuestro, Ha habido una pelea matrimonial como en cualquier lado y ya está», subrayaba la joven, en evidente estado de nerviosismo.

«Mi marido no me pega, no me toca; si no, ya lo hubiera denunciado», destaca la chica.

El sospechoso, por su parte, también insistía ayer en que él no es un maltratador, y que lo único que pasó en su casa fue una discusión conyugal.

Los hechos se remontan a las 16.30 horas del pasado lunes, cuando la Policía Local fue requerida por el Centro de Coordinación de Emergencias por un caso de violencia de género en una vivienda del barrio carmelitano. Al lugar acudieron dos unidades de la Policía Local que, al llegar, encontraron a un hombre de nacionalidad marroquí muy agitado en el exterior de la vivienda. Al ser interrogado, el individuo contó a los agentes que su mujer se había marchado de casa en compañía de una amiga y que, por eso, ella no estaba en el interior del inmueble. Era mentira. Donde estaba la mujer era dentro de un armario.

Los policías siguieron rastreando las estancias de la casa hasta que encontraron a la mujer escondida bajo unas mantas en un armario despensero de puertas abatibles y que estaba cerrado con pestillo desde el exterior. En el piso se encontraba el hijo de la víctima, de 6 años.