Dos funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía acusados de atropellar con la motocicleta que pilotaba uno de ellos y de maltratar a un menor que acababa de participar en la manifestación del 29-S de 2012 que acabó frente a la Delegación del Gobierno en Murcia tras recorrer varias calles de la capital se han declarado hoy inocentes en la primera sesión del juicio que se desarrolla en la Audiencia Provincial.

Por su parte, el joven, A.A., que tenía 16 años cuando ocurrieron los incidentes y que ejerce la acusación particular, ha mantenido que los hechos se produjeron cuando al ver que las fuerzas de seguridad procedían a realizar una carga para restablecer el tráfico, abandonó el jardín inmediato en el que se encontraba por temor a ser golpeado.

Uno de los agentes motorizados, que salió en su persecución por la zona ajardinada ubicada en las inmediaciones del Palacio de Justicia, según su versión de los hechos, lo atropelló con su motocicleta oficial para conseguir así que se detuviera, causándole lesiones en un tobillo, de las que tuvo que ser atendido en un hospital.

Según sus declaraciones, una vez en el suelo "fui golpeado por todo el cuerpo" por una decena de agentes que llegaron de inmediato al lugar y mientras le eran colocados los grilletes.

Según sus afirmaciones, esos presuntos malos tratos se habrían repetido cuando era trasladado desde el lugar de los hechos hasta el furgón policial en el que fue conducido a la Jefatura Superior de Policía.

Esta primera sesión de la vista oral ha dado comienzo con la declaración como acusado del funcionario policial I.N.,que conducía la motocicleta que supuestamente arrolló al querellante y que ha negado tal acusación.

Según el agente, habría sido el propio menor el que provocó el accidente en el que resultó herido al dar una patada a la motocicleta, comportamiento que, a su vez, le causó lesiones a él al caer de ésta y por la que se vio obligado a estar en situación de baja más de dos semanas.

"Yo lo único que pretendí en todo momento -ha asegurado- fue intentar que detuviera su marcha para tratar de proceder a su identificación, pero sin que lo atropellara en ningún momento", aseveró.

El segundo agente, A.V., que no está acusado por la fiscal del caso, al serlo solo por la acusación particular, ha manifestado que cuando llegó procedió a colocarle los grilletes para ser trasladado a la Jefatura Superior de Policía, pero sin que él ni el otro acusado ni ningún otro funcionario le infligieran maltrato alguno.

En esta sesión del juicio han declarado varios testigos, algunos de los cuales han incurrido en contradicciones respecto a lo declarado en su día durante la instrucción de la causa, según ha sido puesto de manifestó por la fiscal y las defensas de los acusados.

Los presuntos golpes que habría recibido el menor no fueron vistos directamente por la mayor parte de los testigos, si bien algunos han señalado que lo dedujeron al escuchar unos gritos que procedían del lugar donde había ocurrido el incidente.

Uno de ellos sí ha insistido en que vio como el primer agente arrollaba con su motocicleta al chico, aunque ha añadido que no recordaba si le habían dado golpes cuando era conducido al furgón policial.

Los testigos han manifestado que asistieron a reuniones celebradas en una cafetería y en el despacho del abogado querellante, aunque han negado que durante esos encuentros se les hubiera indicado lo que tenían que declarar en el juicio.

La fiscal pide para su único acusado, como autor de un delito de lesiones imprudentes, 4 meses de cárcel y privación del derecho a conducir vehículos de motor durante 4 meses, junto con indemnizaciones para el joven que suman 13.665 euros, aunque esperará a la terminación de la práctica de las pruebas para mantener esa acusación o modificarla.