Salvador Hernández, exorcista oficial del Vaticano y conocido como el exorcista de la Diócesis de Cartagena, impartió la tarde de este lunes, en el marco de las fiestas del barrio murciano de San Andrés, la charla 'Cómo vencer al demonio en los tiempos de hoy'.

La iglesia de San Andrés estaba llena a rebosar para escuchar a Hernández. Tanto, que mucha gente se vio obligada a quedarse de pie. En el templo se personó una patrulla de la Policía Local de Murcia, por si tuviesen lugar incidentes.

Y es que el festejo ha estado rodeado de polémica desde que se hizo público que iba a celebrarse. El acto estaba organizado por la Hermandad de San Andrés, en colaboración con la Junta Municipal del Distrito Norte.

En su intervención, el sacerdote mostró una Cruz "con el Cristo Crucificado y San Benito en el reverso", que es ideal "para expulsar". "A aquellas personas poseídas yo les aconsejo llevar en el pecho una Cruz de San Benito", comentó.

"Otra arma es el Santo Rosario", señaló Hernández, que calificó sus útiles de trabajo de "armamento espiritual". Invitó a la gente a cantar "por si hay algún diablo por aquí, que haya entrado". "Muchos poseídos se han quedado liberados solamente con el canto", aseguró.

Echó a la gente "agua exorcizada". El cura dijo que hay muñecos de vudú para hacer que la gente quede poseída por los malos espíritus, y puso el ejemplo de un beato que cometió el error de toca uno de esos muñecos. "Murió con gran dolor", cuenta.

Hernández, que trabajó 17 años en una prisión de Cartagena, apuntó que "todo es gracia" y que "nosotros, los exorcistas, trabajamos gratis, cómo trabajaba Cristo". "El primer exorcista fue Cristo, nuestro Señor", consideró.

Dijo que el demonio "quiere ir a la cúpula, a lo más grande de la jerarquía católica".

"¿Quién está detrás de la pederastia? Todos los demonios, porque son especialistas", manifestó.