Casi dos años después de que sufriera importantes desperfectos por varios episodios de lluvias torrenciales, el azud de la Contraparada va a ser reparado.

La Consejería de Turismo y Cultura acaba de dar luz verde al proyecto de restauración presentado por la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia, la entidad de la que depende su mantenimiento y conservación.

Tras varios meses de 'tiras y aflojas' entre la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y la Junta de Hacendados, por ver quién tenía que arreglar los daños que las lluvias provocaron en los sillares de la presa, la CHS emitió el informe definitivo en febrero pasado.

«La Contraparada es una infraestructura de titularidad privada ya que su única función es la de derivar caudales del río Segura a las acequias de Aljufía, Barreras y Churra la Nueva, sin perjuicio de que esa infraestructura se ubique en terrenos de Dominio Público Hidráulico (DPH). Por esa razón, su mantenimiento depende de los usuarios que se benefician de ella» y no de la CHS. En este caso de los huertanos de Murcia.

Esta infraestructura hidráulica, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por la Comunidad Autónoma en 2002 y catalogada como monumento histórico artístico a nivel nacional, sufrió desperfectos tras las fuertes lluvias de diciembre de 2016, daños que han empeorado al no haber sido reparados antes.

La Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Turismo y Cultura ha autorizado hace unos días el Proyecto Básico y de Ejecución de restauración del Azud de la Contraparada de Javalí Viejo, Murcia, desde el punto de vista del patrimonio cultural. La Junta de Hacendados remitió el proyecto a finales de agosto.

Las fuertes precipitaciones levantaron parte de los sillares de la zona central, dejando un socavón y la base del conglomerado interior al aire, recuerdan.

Las actuaciones ahora previstas consistirán, principalmente, en la reposición de ese conglomerado de hormigón y la colocación de los sillares que fueron retirados, anclándolos debidamente (con maduras de acero inoxidable) para garantizar su correcta conservación.

El Azud, al tratarse de un Bien de Interés Cultural, tiene la consideración de monumento y una protección máxima (al igual que su entorno), «por lo que las actuaciones de consolidación y restauración se deberán realizar con todo el criterio y rigor posibles, analizando y profundizando en la documentación histórica existente», explican desde Bienes Culturales. Para ello, añaden, se deberán aplicar «las reglas más estrictas de la restauración, de acuerdo con la Ley de Patrimonio, sin alterar el bien y priorizando la conservación y restauración de los elementos originales (no su sustitución)».

Y todo se realizará bajo supervisión arquitectónica y arqueológica.

La actuación se realizará con la colaboración del Gobierno regional, «que vela por la conservación y protección del patrimonio cultural de la Región para asegurar la integridad y evitar la destrucción de los bienes que lo integran», señalan.

En este caso, está previsto que la Consejería de Turismo y Cultura conceda una ayuda a la Junta de Hacendados que rondará los 50.000 euros, lo que podría suponer el 75 por ciento del presupuesto total de las obras (según las estimaciones iniciales).