El palmeral de Santiago y Zaraiche volvió a oír la pasada semana el sonido del agua corriendo por las distintas acequias que conforman sus más de 9.000 metros cuadrados. Servirán para regar las 600 palmeras de la zona y poner en relieve el sistema tradicional y huertano. Estos trabajos de riego los llevan a cabo dos personas durante dos días, ya que se requiere de la apertura de unas compuertas para que corra el agua, y el cierre de otras para que esta llegue de forma correcta a su destino. De esta forma, y usando siempre herramientas tradicionales, se sigue apostando por las raíces de Murcia en un espacio que se encuentra abierto totalmente al público que desee visitarlo. El riego de estas 600 palmeras se produce ahora para que estos ejemplares estén preparados para soportar el calor del verano y se volverá a repetir en septiembre.