Dos empresarios, padre e hijo, han sido puestos en libertad provisional con cargos tras ser detenidos en Almoradí (Alicante) como presuntos autores de ocho delitos de estafa en la venta de 800 toneladas de limones por 350.000 euros que ha afectado a un centenar de agricultores, algunos de ellos de Murcia.

Los estafadores iban armados para defenderse de posibles represalias de los perjudicados y para poder intimidarles cuando los agricultores les reclamaban los importes sin abonar, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

Los agentes se han incautado tres escopetas de caza, un rifle y dos pistolas en el despacho y el domicilio de los detenidos.

Las estafas han sido cometidas en las localidades de Benejúzar, Almoradí, Bigastro, Daya Nueva, Orihuela y Murcia, aunque no se descartan nuevos perjudicados.

Cuando trataban con los agricultores, los detenidos aparentaban de buenas maneras e incluso pagaban un porcentaje por adelantado del valor acordado y quedaban en abonarles el resto finalizada la recolección mediante pagarés con fechas de cobro en un plazo de hasta 90 días.

Los días previos al cobro, los empresarios renegociaban nuevos plazos para evitar que los perjudicados acudieran al banco ya que no disponían de fondos.

Al parecer, los dos empresarios, de 24 y 51 años, eran propietarios de dos empresas dedicadas a la compra y distribución de productos cítricos, por lo que compraban la producción a los agricultores de la zona para después ser distribuida en varias cadenas de supermercado.