El Ayuntamiento de Murcia sostiene que tiene localizados a los grupos de habitantes que conviven en condiciones precarias de vida en el municipio. Fuentes municipales señalaron a este periódico que, una vez concluido el desmantelamiento del campamento chabolista de Patiño, únicamente queda en Murcia un asentamiento que reúna un nivel ínfimo de vida.

Se trata de un pequeño campamento de pequeñas caravanas, que se encuentra alojado en un terreno privado de la pedanía murciana de Javalí Nuevo. Las familias que allí residen son de etnia gitana, según detallan las mencionadas fuentes municipales.

Al igual que en el caso del asentamiento de Patiño, el SEMAS ha intervenido para ofrecer ayuda y respaldo a estas familias. No ha faltado tampoco la colaboración de algunas asociaciones humanitarias, como es el caso de Cáritas.

El SEMAS, formado por trabajadores sociales, es el Servicio de Emergencia Móvil y Atención Social del Consistorio de Murcia. Se trata de un dispositivo, explican desde el Ayuntamiento, que atiende a personas en situación de riesgo, extrema marginación o de emergencia social. Son los casos de «menores o ancianos solos, abandonados o temporalmente desprotegidos, transeúntes cuyo estado de salud se ha extremado, familias que han perdido su lugar de residencia o carecen de ella, por desahucio, incendio, trashumancia», entre otros.