Murcia se convirtió por un día en el Ecuador del otro lado del Atlántico. El Cuartel de Artillería atronó durante toda la mañana de ayer para rubricar una oda a la cultura del país «de los cuatro mundos». La comunidad ecuatoriana rindió pleitesía a su música y su gastronomía en un encuentro que encumbró su plato estrella, el encebollado, y que, como colofón, contó con la visita de su presidente, Rafael Correa.

«Es un día de alegría para vivirlo entre compatriotas», decía Ana, una de la asistentes, que bailaba con su bandera tricolor en ristre. «Yo sólo he venido a comer», espetaba bromista Manolo, otro vecino. Acompañados por sus familias y sus amigos, hasta 5.000 personas -según las cifras del propio Correa- se citaron en torno a un escenario instalado en la explanada del Cuartel. En su mayoría procedían de varios puntos de la Región, pero también se acercaron muchos ecuatorianos de la provincia de Alicante, así como de otros lugares de nuestro país.

La cita que les congregaba era la celebración de las semifinales del Campeonato Mundial del Encebollado, un tentempié originario del litoral del Pacífico. «El plato del pueblo», como exclamaba Jaime, un ecuatoriano residente en Mula desde hace 16 años. Se trata de un guiso de pescado, yuca, y, por supuesto, cebolla, al que se le puede añadir limón. «Es un caldo que nos levanta el ánimo; es perfecto para cuando tienes resaca», aseguraba Jaime.

Poco antes de las once de la mañana, Correa irrumpía entre vítores. Caminaba a duras penas, flanqueado por la comitiva de seguridad y rodeado de flases, disparados tanto por los medios como por sus compatriotas, que se agolparon para intentar saludarlo y conseguir, al menos, un selfie. «¡Guapo, Correa, guapo!», fue uno de los piropos que se escucharon. El líder, que en febrero pondrá fin a su mandato, encabezó un jurado de expertos gastronómicos, en los que también figuraba el alcalde de Murcia, José Ballesta, así como el presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía, Rafael Ansón.

El chef Eloy Mera, que dirige en Barcelona el restaurante El Ñaño, se alzó con el triunfo ante otros seis cocineros ecuatorianos, procedentes de Madrid, Valencia, Palma de Mallorca, Alicante y también de Murcia, cuya representante, Mary Mosquera, regenta un local en el barrio de San Andrés.

Entretanto, la música apenas cesó un instante. Sonaban letras populares, conocidas por todos e interpretadas por cantantes como Gerardo Morán, toda una celebridad en Ecuador. «Es el número uno en nuestro país», apuntaba un joven. También se dejaron ver grupos de bailes folclóricos, mientras el público disfrutaba. Y es que el Cuartel era ayer una fiesta ecuatoriana: un domingo entregado a homenajear sus raíces. «¡Que viva Ecuador, carajo!», como así prorrumpía Jaime.