Los edificios que permanecen vacíos en el barrio de La Flota parecen haberse convertido en el blanco de varias familias para hacer de ellos sus hogares. Si hace cuatro semanas unas 150 personas de etnia gitana ocupaban el inmueble Los Ángeles (ubicado en la calle Rosendos), la noche del pasado jueves, doce personas intentaron hacer lo mismo en un edificio de la zona.

En concreto, estos okupas pusieron sus ojos en los pisos vacíos de un inmueble de la calle Doctor Juan José Padilla (avenida Aranjuez). Sin embargo, la presencia de la Policía Local por el barrio hizo que se impidiera que estas personas se quedaran en dichas viviendas.

Así lo confirmaban ayer fuentes policiales, asegurando que sobre las diez y veinte de la noche, se personaron unos agentes de la Policía Local en este edificio, sorprendiendo a doce personas, quienes ya habían colocado en el interior de las casas varios colchones y diversos enseres, después de haber entrado por la fuerza rompiendo algunas cerraduras. Los agentes procedieron a su identificación para posteriormente poder dar parte en Comisaría y después requirieron a los okupas que desalojaran el lugar.

Estas personas abandonaron voluntariamente las viviendas llevándose consigo sus pertenencias, según explicaron ayer las fuentes consultadas por LA OPINIÓN. Sin embargo, los vecinos del barrio de La Flota están temerosos de que los okupas vuelvan a intentarlo, ya que sin una orden judicial, la Policía Local no puede proceder a su desalojo o impedir que se queden en el interior del edificio.

Este inmueble es de propiedad privada, por lo que la Policía se puso en contacto con sus dueños para que a partir de ahora tomen las medidas oportunas e intentar de esta manera evitar una futura ocupación, según añadieron desde la Policía Local.

La situación en el barrio comienza a ser preocupante para quienes viven en él, sobre todo para los vecinos que tienen sus viviendas cerca del edificio ocupado por unas cincuenta familias desde hace cuatro semanas. De hecho, tal y como informaba ayer este periódico, son varias las denuncias que ya se han realizado en Comisaría por parte de algunos vecinos que se sienten intimidados y aseguran haber recibido amenazas de los okupas.

«Os vamos a rajar», «os vamos a poner una bomba» o «miedo vais a tener como os rajemos», son algunas de las amenazas recibidas y que han sido denunciadas por parte de los vecinos. Todos ellos están a la espera de encontrar una solución a esta situación y, por ello, además de recoger firmas para que se lleve a cabo un desalojo del edificio ocupado, están manteniendo reuniones con los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento para intentar acelerar todos los trámites necesarios para que «todo llegue a los juzgados y se puede hacer algo», según explican algunos de los vecinos afectados. El Consistorio, por su parte, ya dijo la pasada semana que estará «vigilante» para que los okupas no puedan realizar enganches ilegales a la red eléctrica, tal y como ya intentaron hacer el pasado fin de semana.