Ronda Sur sólo llora por un ojo

Los vecinos de Ronda Sur lloran por un ojo. Y es un alivio, porque hasta hace unos meses lloraban por los dos y veían, entre la indefensión y la rabia, cómo después de tres años viviendo en sus edificios los promotores aún no habían terminado las obras de urbanización. Después de golpear la conciencia del alcalde con decenas de reclamaciones y de tocar todas las puertas en el Ayuntamiento, en la Asociación de Vecinos de Ronda Sur ya sonríen y aseguran que las cosas han cambiado y que el barrio periférico ya no es lo que era.

La concejala popular de Calidad Urbana y Parques y Jardines, Adela Martínez-Cachá, y el gerente de la urbanizadora municipal, Roque Ortiz, recibieron a principios de año a los vecinos para explicarles los problemas surgidos en la unidad de actuación CR-4 después de que varios de los promotores incumplieran sus compromisos con la Junta de Compensación dejando a medias las obras de urbanización. Esta situación se ha solucionado en parte, pues para subsanar las quejas de los vecinos el Ayuntamiento se ha visto obligado a ejecutar los avales -unos dos millones de euros- para terminar las aceras que quedaron a medio y dotar de alumbrado, saneamiento y servicios la zona. Entre el hospital Mesa del Castillo y el cruce de Ronda Sur con la carretera de Santiago El Mayor hay siete edificios ya terminados, con inquilinos dentro desde hace años. "Nos concedieron las cédulas de habitabilidad sin comprobar si se habían realizado las obras de urbanización y se encontraron con una patata caliente cuando vieron que las promotoras no respondían", señaló a LA OPINIÓN uno de los vocales de la asociación de vecinos, Antonio Javier Martínez, quien inició el movimiento vecinal para reclamar servicios dignos.

La situación todavía no se ha resuelto, puesto que el Ayuntamiento aún no ha recepcionado la unidad de actuación -sólo lo ha hecho de forma parcial-, por lo tanto la zona carece de servicios básicos como limpieza viaria. "La situación ha mejorado bastante, sentimos que nos tienen en cuenta y que de algo han servido las quejas. Pero todavía hay muchas carencias. Por ejemplo, necesitamos más presencia policial. Sólo hay tres contenedores para siete edificios, por lo que hay quien carga con la basura en el coche, y no tenemos recogida selectiva de vídrio. Hemos avanzado, pero no queremos que nos olviden", dice.