Cerca de 800 inmigrantes cortaron ayer el tráfico durante una hora en la avenida Ciudad de Almería, frente a la Oficina de Extranjeros, cuando se cerraron las puertas del local ante la avalancha de personas que se acumulaban y amenazaban con irrumpieran sin orden en su interior.

Ante esta situación caótica, numerosos inmigrantes tomaron en señal de protesta dos de los cuatro carriles de la avenida, en concreto los de sentido de Alcantarilla a Murcia, frente al acceso desde la autovía A-30 al barrio del Carmen, entre las 11.10 y las 12.10 horas. Seis policías municipales colocaron conos en los dos carriles que no habían sido invadidos por los manifestantes, habilitando cada uno en una dirección. Con esta medida de urgencia se logró que la circulación fuese fluida, aunque lenta.

La delegación del Gobierno informó de que un bulo que decía que la Oficina cerraba en agosto provocó una afluencia masiva de inmigrantes. Los responsables de las instalaciones cerraron las puertas hasta las 12.30 horas ante la incapacidad de garantizar la entrada ordenada por la actitud de parte de los que esperaban. La gente que había en las puertas, además de protagonizar empujones, arrojaron agua contra la fachada del edificio.

La versión sobre el bulo del cierre de la Oficina era compartida por el vicepresidente nacional de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (Atime), Mohamed M'Rabet, y el presidente regional de esta organización, Mustafá Zine, que se presentaron en el lugar una vez restablecida la circulación. Ambos se mostraron sorprendidos ante la numerosa concentración de inmigrantes y el vicepresidente de Atime sospecha que el rumor del cierre de la oficina "puede proceder de asesorías laborales y otras empresas que se dedican a la tramitación de documentos para beneficiarse económicamente de los inmigrantes". Asimismo, afirmó que las puertas se cerraron cuando un miembro de una mafia de las que se dedican a vender los números para hacer los papeles recibió una paliza en la mañana de ayer, lo que provocó la alteración del orden.

La tensión y la indignación era patente entre todos los inmigrantes. Hasta ocho patrullas de la Policía Nacional intentaban poner orden, pero la situación era límite. Muchos de los inmigrantes que estaban allí aseguraban que llevan varias noches haciendo cola en la puerta del edificio y aún no habían logrado que les atendiesen.

El presidente de la Comunidad Islámica de Murcia, Abdelali Elfatehy, afirmó que muchos inmigrantes que tenían cita para la pasada semana, fueron remitidos por los funcionarios a tramitar sus papeles ayer. La situación llegaba a tal caos que hasta la cercana oficina de Cajamurcia habilitó números para organizar los pagos de las tasas para la tramitación de documentos.

Las elevadas temperaturas de ayer al mediodía, los empujones, las colas y la aglomeración de gente provocaron que una mujer tuviera que ser atendida por una unidad médica de emergencia del 061 al sufrir un desfallecimiento.