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Enrique Soler
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Las reses de la ganadería de El Rellano marcaron un séptimo encierro de las Fiestas de Moratalla con varias fases. Los corredores al esperar que el ganado siguiera la tónica de otras tardes, donde las reses se protegieron entre mansos y caballos, se incorporaron en mitad de la manada para provocar algunas carreras, buscando siempre la posibilidad de escape ante un derrote del animal. El mundo de los encierros no es una ciencia exacta y en esta ocasión tres ejemplares se adelantaron, a mitad de la carretera de Calasparra, a sus hermanas y fueron abriendo en encierro. A la altura de la puerta del Ayuntamiento se alinearon y se desarrolló un segundo encierro, donde se vieron interesantes carreras en una jornada sin incidentes.
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Las reses de la ganadería de El Rellano marcaron un séptimo encierro de las Fiestas de Moratalla con varias fases. Los corredores al esperar que el ganado siguiera la tónica de otras tardes, donde las reses se protegieron entre mansos y caballos, se incorporaron en mitad de la manada para provocar algunas carreras, buscando siempre la posibilidad de escape ante un derrote del animal. El mundo de los encierros no es una ciencia exacta y en esta ocasión tres ejemplares se adelantaron, a mitad de la carretera de Calasparra, a sus hermanas y fueron abriendo en encierro. A la altura de la puerta del Ayuntamiento se alinearon y se desarrolló un segundo encierro, donde se vieron interesantes carreras en una jornada sin incidentes.
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Las reses de la ganadería de El Rellano marcaron un séptimo encierro de las Fiestas de Moratalla con varias fases. Los corredores al esperar que el ganado siguiera la tónica de otras tardes, donde las reses se protegieron entre mansos y caballos, se incorporaron en mitad de la manada para provocar algunas carreras, buscando siempre la posibilidad de escape ante un derrote del animal. El mundo de los encierros no es una ciencia exacta y en esta ocasión tres ejemplares se adelantaron, a mitad de la carretera de Calasparra, a sus hermanas y fueron abriendo en encierro. A la altura de la puerta del Ayuntamiento se alinearon y se desarrolló un segundo encierro, donde se vieron interesantes carreras en una jornada sin incidentes.
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Las reses de la ganadería de El Rellano marcaron un séptimo encierro de las Fiestas de Moratalla con varias fases. Los corredores al esperar que el ganado siguiera la tónica de otras tardes, donde las reses se protegieron entre mansos y caballos, se incorporaron en mitad de la manada para provocar algunas carreras, buscando siempre la posibilidad de escape ante un derrote del animal. El mundo de los encierros no es una ciencia exacta y en esta ocasión tres ejemplares se adelantaron, a mitad de la carretera de Calasparra, a sus hermanas y fueron abriendo en encierro. A la altura de la puerta del Ayuntamiento se alinearon y se desarrolló un segundo encierro, donde se vieron interesantes carreras en una jornada sin incidentes.
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Las reses de la ganadería de El Rellano marcaron un séptimo encierro de las Fiestas de Moratalla con varias fases. Los corredores al esperar que el ganado siguiera la tónica de otras tardes, donde las reses se protegieron entre mansos y caballos, se incorporaron en mitad de la manada para provocar algunas carreras, buscando siempre la posibilidad de escape ante un derrote del animal. El mundo de los encierros no es una ciencia exacta y en esta ocasión tres ejemplares se adelantaron, a mitad de la carretera de Calasparra, a sus hermanas y fueron abriendo en encierro. A la altura de la puerta del Ayuntamiento se alinearon y se desarrolló un segundo encierro, donde se vieron interesantes carreras en una jornada sin incidentes.
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Las reses de la ganadería de El Rellano marcaron un séptimo encierro de las Fiestas de Moratalla con varias fases. Los corredores al esperar que el ganado siguiera la tónica de otras tardes, donde las reses se protegieron entre mansos y caballos, se incorporaron en mitad de la manada para provocar algunas carreras, buscando siempre la posibilidad de escape ante un derrote del animal. El mundo de los encierros no es una ciencia exacta y en esta ocasión tres ejemplares se adelantaron, a mitad de la carretera de Calasparra, a sus hermanas y fueron abriendo en encierro. A la altura de la puerta del Ayuntamiento se alinearon y se desarrolló un segundo encierro, donde se vieron interesantes carreras en una jornada sin incidentes.
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Las reses de la ganadería de El Rellano marcaron un séptimo encierro de las Fiestas de Moratalla con varias fases. Los corredores al esperar que el ganado siguiera la tónica de otras tardes, donde las reses se protegieron entre mansos y caballos, se incorporaron en mitad de la manada para provocar algunas carreras, buscando siempre la posibilidad de escape ante un derrote del animal. El mundo de los encierros no es una ciencia exacta y en esta ocasión tres ejemplares se adelantaron, a mitad de la carretera de Calasparra, a sus hermanas y fueron abriendo en encierro. A la altura de la puerta del Ayuntamiento se alinearon y se desarrolló un segundo encierro, donde se vieron interesantes carreras en una jornada sin incidentes.
Enrique Soler
Las reses de la ganadería de El Rellano marcaron un séptimo encierro de las Fiestas de Moratalla con varias fases. Los corredores al esperar que el ganado siguiera la tónica de otras tardes, donde las reses se protegieron entre mansos y caballos, se incorporaron en mitad de la manada para provocar algunas carreras, buscando siempre la posibilidad de escape ante un derrote del animal. El mundo de los encierros no es una ciencia exacta y en esta ocasión tres ejemplares se adelantaron, a mitad de la carretera de Calasparra, a sus hermanas y fueron abriendo en encierro. A la altura de la puerta del Ayuntamiento se alinearon y se desarrolló un segundo encierro, donde se vieron interesantes carreras en una jornada sin incidentes.
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Las reses de la ganadería de El Rellano marcaron un séptimo encierro de las Fiestas de Moratalla con varias fases. Los corredores al esperar que el ganado siguiera la tónica de otras tardes, donde las reses se protegieron entre mansos y caballos, se incorporaron en mitad de la manada para provocar algunas carreras, buscando siempre la posibilidad de escape ante un derrote del animal. El mundo de los encierros no es una ciencia exacta y en esta ocasión tres ejemplares se adelantaron, a mitad de la carretera de Calasparra, a sus hermanas y fueron abriendo en encierro. A la altura de la puerta del Ayuntamiento se alinearon y se desarrolló un segundo encierro, donde se vieron interesantes carreras en una jornada sin incidentes.
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Enrique Soler
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Las reses de la ganadería de El Rellano marcaron un séptimo encierro de las Fiestas de Moratalla con varias fases. Los corredores al esperar que el ganado siguiera la tónica de otras tardes, donde las reses se protegieron entre mansos y caballos, se incorporaron en mitad de la manada para provocar algunas carreras, buscando siempre la posibilidad de escape ante un derrote del animal. El mundo de los encierros no es una ciencia exacta y en esta ocasión tres ejemplares se adelantaron, a mitad de la carretera de Calasparra, a sus hermanas y fueron abriendo en encierro. A la altura de la puerta del Ayuntamiento se alinearon y se desarrolló un segundo encierro, donde se vieron interesantes carreras en una jornada sin incidentes.
Enrique Soler
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Enrique Soler
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