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Enrique Soler
Ver galería >Durante los primeros compases de la carrera, tres ejemplares se adelantaron al resto de la manada, y fueron buscando las vallas de protección cruzándose a un lado y otro de la calzada. Una situación que provocó bellas carreras y que los corredores tuvieran que realizan algún que otro quiebro para conseguir zafarse del aminal.
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Durante los primeros compases de la carrera, tres ejemplares se adelantaron al resto de la manada, y fueron buscando las vallas de protección cruzándose a un lado y otro de la calzada. Una situación que provocó bellas carreras y que los corredores tuvieran que realizan algún que otro quiebro para conseguir zafarse del aminal.
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Durante los primeros compases de la carrera, tres ejemplares se adelantaron al resto de la manada, y fueron buscando las vallas de protección cruzándose a un lado y otro de la calzada. Una situación que provocó bellas carreras y que los corredores tuvieran que realizan algún que otro quiebro para conseguir zafarse del aminal.
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Durante los primeros compases de la carrera, tres ejemplares se adelantaron al resto de la manada, y fueron buscando las vallas de protección cruzándose a un lado y otro de la calzada. Una situación que provocó bellas carreras y que los corredores tuvieran que realizan algún que otro quiebro para conseguir zafarse del aminal.
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Durante los primeros compases de la carrera, tres ejemplares se adelantaron al resto de la manada, y fueron buscando las vallas de protección cruzándose a un lado y otro de la calzada. Una situación que provocó bellas carreras y que los corredores tuvieran que realizan algún que otro quiebro para conseguir zafarse del aminal.
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Durante los primeros compases de la carrera, tres ejemplares se adelantaron al resto de la manada, y fueron buscando las vallas de protección cruzándose a un lado y otro de la calzada. Una situación que provocó bellas carreras y que los corredores tuvieran que realizan algún que otro quiebro para conseguir zafarse del aminal.
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Durante los primeros compases de la carrera, tres ejemplares se adelantaron al resto de la manada, y fueron buscando las vallas de protección cruzándose a un lado y otro de la calzada. Una situación que provocó bellas carreras y que los corredores tuvieran que realizan algún que otro quiebro para conseguir zafarse del aminal.
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