El Rosario de la Aurora de Lorca llevaba a la Patrona a la ciudad

Santa María la Real de las Huertas abandonaba bien temprano su santuario parroquial este domingo y por las Alamedas se dirigía hasta la de la Constitución donde el vicario episcopal de Lorca, Francisco Fructuoso Andrés, y el párroco del convento de las Huertas, Miguel Ángel Alarcón Olivares, presidían una misa de campaña.

El trono de la Patrona, de andas, volvía a salir por una de las puertas del convento ante la imposibilidad de hacerlo por la principal, como ya ocurriera en el primer Rosario de la Aurora, el domingo anterior. La imagen era portada a hombros por los Mozos Costaleros del Convento por la alameda a la que da nombre y más tarde cruzaba el Puente de la Torta para dirigirse a la ciudad, en el segundo Rosario de la Aurora.

Cientos de lorquinos acompañaban a la Virgen de las Huertas en su peregrinar, sumándose muchos más en el inicio de las alamedas y a la llegada a la de la Constitución. Durante la celebración Coros y Danzas de Lorca interpretaba distintas piezas, destacando el canto de la Aurora. Al término de la celebración cantaban la ‘Jota Lorquina’ que bailaban a los pies de la Virgen. Muchos aprovecharon para fotografiarse ante la Virgen de las Huertas que lucía un manto rosa de lana que bordaban a modo de refajo Coros y Danzas de Lorca. A juego, el trajecito del Niño Jesús en un suave azul.

El vicario episcopal agradecía la presencia de tantos lorquinos mientras recordaba que este lunes habrá una eucaristía rogativa para pedir la lluvia. “Estará presidida por nuestro obispo José Manuel y tendrá lugar en el Santuario Parroquial de Santa María la Real de las Huertas a las ocho y media de la tarde. Os pido encarecidamente que acudamos todos, ya que en estos momentos el agua es muy necesaria no solo para los campos, sino para todos”.

Durante la misa también hacía referencia al cambio del tiempo de los últimos días. “Cuando ya todos habíamos guardado los jerseys y los abrigos nos sorprenden estas temperaturas tan poco habituales, ya que ésta mañana se está dejando sentir el frío”.

Con los primeros rayos del sol entrando en la Alameda de la Constitución la Virgen de las Huertas abandonaba el lugar encaminándose hacia su Santuario Parroquial. Cruzaba el antiguo paso a nivel del ferrocarril y hacía un pequeño alto al final de la Alameda de la Constitución. Más tarde enfilaba la de Ramón y Cajal, con bellísimas estampas con los árboles abrazando a la imagen y el Castillo de telón de fondo.

La zona de obras del Tramo III de la Ronda Central de Evacuación a la altura de las escaleras de piedra había sido perfectamente habilitada para el paso del trono de la Virgen. Y, desde allí, cruzaba el Puente de la Torta. En la Plaza del Rey Sabio se vislumbraba la torre campanario del Santuario Parroquial y era entonces cuando se veía con mayor esplendor el manto rosa cuajado de flores de todos los colores que bordaban los componentes del grupo de Coros y Danzas. Estos ofrecían un nuevo cántico y baile a la Virgen en el atrio del convento.

La recogida de la imagen se producía por el mismo lugar por el que salía horas antes. Tras la despedida el párroco del templo invitaba a todos a participar de un desayuno en el patio del convento a base de chocolate y bizcocho elaborado por las monjas del Monasterio de Santa Ana y Santa María Magdalena de clarisas. La próxima semana el Rosario de la Aurora tendrá lugar en El Quijero. Le acompañarán Coros y Danzas Virgen de las Huertas.