Parques y Jardines

El Cedro del Atlas de la Plaza de Saavedra de Lorca en ‘regresión’ después de meses luchando por su pervivencia

El ejemplar de unos quince metros de altura “será retirado y sustituido por otro de su misma especie”

Al fondo de la Plaza de Eulogio Saavedra, frente al Conjunto Monumental de Santo Domingo, se encuentra el ejemplar de Cedro del Atlas en estado de regresión.

Al fondo de la Plaza de Eulogio Saavedra, frente al Conjunto Monumental de Santo Domingo, se encuentra el ejemplar de Cedro del Atlas en estado de regresión. / Pilar Wals

La Plaza de Eulogio Saavedra Pérez de Meca, frente al Conjunto Monumental de Santo Domingo, perderá un nuevo ejemplar de Cedro del Atlas. Así lo reconocía este sábado en declaraciones a La Opinión el concejal de Parques y Jardines, Antonio Navarro, que aseguraba que desde hace largo tiempo los técnicos “luchan por su pervivencia”. El ejemplar, de unos quince metros de altura, comenzó a presentar una “regresión” acelerada hace algunos meses. “Ha estado sometido a cuidados especiales. Se le han aplicado podas selectivas para mantener las ramas vivas, pero todos los esfuerzos han sido infructuosos”, explicaba el edil de Parques y Jardines.

El Cedro del Atlas, también conocido como cedro plateado por su tonalidad azulada grisácea, perteneciente a la familia de las pináceas, toma su nombre por su lugar originario, las montañas del Atlas de Argelia. Es un árbol de tamaño mediano a grande, de 30 a 35 metros de altura, con un diámetro de tronco de 1,5 a 2 metros. “El tamaño impresiona y más por la plaza en la que se sitúa que no es de grandes dimensiones. Sus ramas sobrepasan la altura de hasta cuatro plantas de algunos de los edificios que lo circundan”, recordaba el edil.

En cada esquina de esta plaza, que ya estaba construida en 1886, se colocó un ejemplar de Cedro del Atlas. Precisamente, el situado en la diagonal del que deberá ser retirado también sufrió hace años alguna afección que obligó a cortarlo y sustituirlo por otro que crece a buen ritmo y que en poco tiempo ha alcanzado una altura importante. “Una vez retirado será sustituido por otro de la misma especie, aunque aún no hay una fecha para ello”, reconocía Navarro.

Los Parques y Jardines cuentan con un equipo de arboristas que se encargan de vigilar cada una de las especies que ocupan las zonas verdes del municipio. Un exhaustivo control permite conocer cualquier cambio que se produzca en los ejemplares y así llevar a cabo los tratamientos que precisen para evitar su pérdida, aportaba Antonio Navarro.

Otro ejemplar, muy querido por los lorquinos, en el que se trabaja desde hace varios años es la Jacaranda del Palacio de Guevara. Su tronco estaba aquejado de hongos que impedían el paso de la savia. El árbol, de la familia de las bignoniáceas, típicos de la América intertropical y subtropical, estaba prácticamente seco. Solo quedaba una zona por donde la savia aún circulaba. “Estaba muy enfermo, pero se ha seguido luchando por salvarlo”, admitía el edil.

Sus más de diez metros de altura, cuando aún estaba en pleno apogeo, aportaba una doble floración anual, en primavera y otoño. Sus flores, de un intenso color azul violáceo, vistosas y duraderas eran todo un espectáculo, siendo cada día protagonista de numerosas instantáneas de lorquinos y visitantes, por situarse junto al Palacio de Guevara.

Podas continuas han llevado a que apenas quede un tronco que florece de cuando en cuando, aunque junto a él, se ha situado un nuevo ejemplar que pretende en unos años sustituir el aroma que desprendía a fruta madura. De nuevo podrá volver ese alfombrado que cubría el jardín de la también llamada ‘Casa de las Columnas’ cuando sus pétalos caían en forma de lluvia.

Una plaza que costó 4.000 pesetas

La Plaza de Eulogio Saavedra Pérez de Meca (1827-1896) toma su nombre del que fuera alcalde de Lorca en 1873. Gran aficionado a la arqueología, publicista, poeta… Hombre generoso, contribuyó, a la construcción del Asilo de San Diego y a la rehabilitación de la iglesia de Santiago. La nueva plaza ya estaba construida en 1886. Y en agosto de 1899, con la variación del nombre de algunas calles y plazas para que éstas fuera designadas con nombres de personajes célebres, perdió su popular apelativo de Plaza de Santo Domingo y pasó a llamarse Plaza de Saavedra. En 1884 se producían inundaciones que llevaron a realizar una corrida de toros en la Plaza de Madrid para socorro de los inundados. De las 10.000 pesetas obtenidas, se destinaban 4.000 a solucionar los problemas de las aguas que corrían y se filtraban en las viviendas de la zona. Se sumaban 1.500 pesetas más aportadas por los vecinos. Ese “inmundo y perjudicial” lugar se convertía en una glorieta. Y en 1989, y a modo de homenaje popular con motivo del 25 aniversario de la muerte de Eliodoro Puche, se colocaba en esta plaza una sencilla escultura con el busto en bronce del insigne poeta lorquino, obra realizada por el artista Soriano Talavera. P. WALS

La ampliación de la frecuencia de riegos habitual en la época estival coincidía con el aumento de las temperaturas que se vienen registrando en los últimos días. “Las temperaturas están siendo altas, pero no estamos en un episodio de ‘ola de calor’. No hemos incrementado los riegos porque estaba en el calendario. Es habitual que en esta época del año aumente la frecuencia, por lo que nos mantenemos en la programación habitual, que es mayor a la registrada hace unos días”, destacaba el edil de Parques y Jardines.

Y añadía que “los técnicos controlan cada uno de los espacios verdes y los ejemplares con el fin de detectar cualquier necesidad, que de inmediato es atendida. El pasado verano sí se hizo una programación especial con motivo de las distintas olas de calor que se sucedieron, sobre todo, para evitar que los ejemplares sufrieran”.