Comercio

El Mercado de Purias multiplica las visitas y las ventas tras la Navidad

Entre sus principales atractivos están los puestos de frutas y verduras de agricultores locales, que se encuentran a un precio más económico

Puesto de frutas y verduras del Mercado de Purias, que se celebra cada domingo. | PILAR WALS

Puesto de frutas y verduras del Mercado de Purias, que se celebra cada domingo. | PILAR WALS / pilar wals

Los primeros rayos del sol no han hecho todavía aparición cuando comienzan a llegar las furgonetas y camiones de los vendedores del Mercado de Purias. Hierros y persianas van configurando los puestos sobre los que pondrán sus mercancías y que cubrirán con lonas para evitar al astro rey que se deja sentir con intensidad a pesar de que estamos ya inmersos en el invierno.

Los clientes más madrugadores hacen aparición cuando todavía no han terminado de colocar sus productos. Habas, lechugas, alcachofas, guisantes… recolectados hace apenas unas horas por agricultores de la zona, lo que permite un precio más económico al carecer prácticamente de intermediarios. Patatas nuevas, coles, ajos y cebollas frescas, calabacines, batatas… con los que la clientela va llenando sus cestas. «Vengo cada domingo. Mi marido y yo trabajamos, por lo que nos es imposible ir a la Plaza de Abastos durante la semana. Nos llevamos la fruta y la verdura, pero también huevos de gallinas felices, de las que no están encerradas. Los precios llegan a ser hasta un 30 por ciento más baratos en el cómputo general», afirma Antonia Pérez.

Junto a ella, en el puesto de El Sacristán, Luis García también hace la compra para toda la semana. «Aquí cojo la fruta y la verdura. También visito el puesto de encurtidos y salazones y el de especias. En la glorieta hay un supermercado en el que hacemos la compra semanal y la carne nos la llevamos de la carnicería de Purias, que tiene también unos embutidos buenísimos».

El comercio tradicional de la zona vive un resurgir cada domingo. Se puede comprar prácticamente de todo. Pan, dulces, leña, churros y pollos asados. La situación estratégica del Mercado de Purias lleva no solo a que acudan a él lorquinos de la ciudad y de las pedanías limítrofes, sino también de poblaciones como Pulpí o Puerto Lumbreras. Incluso cada vez es más frecuente la presencia de ingleses y franceses del litoral almeriense.

Desde Navidad, reconocen algunos vendedores, el número de visitantes se ha incrementado considerablemente. Acuden, admiten, para hacer la compra semanal. Y la mayoría son fieles cada fin de semana. Pero no solo el Mercado de Purias vive un resurgir, como reconoce el concejal de Mercados y Plazas de Abastos, José Ángel Ponce, ya que el de los jueves, en el Recinto Ferial del Huerto de la Rueda, muestra un mayor número de compradores.

La subida de los precios ha llevado a muchos a hacerse con un carrito de la compra y acudir a estos espacios a cielo abierto para adquirir productos frescos. Pero también los excesos de las fiestas han incrementado el consumo de frutas y verduras y han devuelto a la mesa los guisos de antaño. «Un plato caliente siempre resulta más barato. Un buen guiso te permite comer más de un día y hasta guardar la línea», ríe Mari Carmen Ramírez.

Los mercados se han convertido en un aliciente más de los fines de semana. Viven un resurgir. Y en torno a ellos crecen otro tipo de comercios como supermercados, carnicerías, panaderías, ferreterías, viveros de plantas y establecimientos de hostelería, como es el caso del de Purias, donde hoy los vendedores volverán a ‘plantar’ sus puestos.