Patrimonio

La rehabilitación de la iglesia de San Juan de Lorca se iniciará antes de finales de 2023

El monumento es de gran importancia para los lorquinos, ya que en su atrio se asegura se reunía el Ayuntamiento

Torre campanario, vista desde el interior del templo, zunchada con perfiles y pletinas metálicos.

Torre campanario, vista desde el interior del templo, zunchada con perfiles y pletinas metálicos. / PILAR WALS

Las primeras referencias sobre la iglesia de San Juan la datan en el siglo XV, aunque el templo fue reconstruido en el siglo XVII. El monumento estaba en ruinas mucho antes del terremoto de mayo de 2011. Las obras de emergencia ejecutadas en el inmueble evitaron su colapso, a la espera de contar con un proyecto de rehabilitación para ponerlo en valor. Su rehabilitación la anunciaba hace solo unos días el alcalde, Diego José Mateos, instantes antes de reunirse el Consejo Sectorial de Potenciación del Casco Histórico de Lorca.

Cúpula sobre el crucero, sobre pechinas, formando un tambor octogonal.

Cúpula sobre el crucero, sobre pechinas, formando un tambor octogonal. / Pilar Wals

Las obras de recuperación del viejo templo serán financiadas por el Gobierno de la Nación, como afirmaba en declaraciones a La Opinión la diputada nacional socialista Marisol Sánchez Jódar, que señalaba que «saldrán a licitación el próximo marzo o abril». Y destacaba que la previsión es que su rehabilitación se inicie antes de que finalice 2023. «Está la partida presupuestaria y el calendario de ejecución, marcado por los habituales plazos que lleva una obra de estas características». Y recalcaba la importancia que tenía la puesta en valor del viejo templo. «Para la ciudad es muy importante, porque viene a contribuir a la recuperación de la vieja ciudad. Además, se trata del único templo de los Barrios Altos que quedaba por rehabilitar».

Fachada principal de la iglesia de San Juan con refuerzos en la coronación de muros y zunchado del tambor del crucero.

Fachada principal de la iglesia de San Juan con refuerzos en la coronación de muros y zunchado del tambor del crucero. / Pilar Wals

Curiosamente, había un proyecto para su puesta en valor que fue presentado dos días antes del terremoto. Este no se ejecutó finalmente, aunque sí se acometieron obras de emergencia para evitar su colapso por los daños producidos por los seísmos. Entre las zonas más afectadas estuvieron la torre campanario, con numerosas grietas verticales y desprendimiento de las claves de los arcos. Tuvo que ser zunchada mediante perfiles y pletinas metálicos.

El templo, de origen medieval, fue transformado en sucesivos siglos. El único elemento de su periodo inicial es su curiosa torre cilíndrica que pudo utilizarse para el servicio de vigías y que más tarde fue adaptada a campanario. De la importancia que llegó a tener el monumento hay referencias que sitúan a su atrio como lugar donde se reunía el Ayuntamiento.

Los muros fueron reforzados y tapados los huevos para evitar su desplome.

Los muros fueron reforzados y tapados los huecos para evitar su desplome. / Pilar Wals

La vieja iglesia de San Juan se encuentra en ruinas prácticamente desde que en 1936 se destruyeran sus imágenes y la feligresía se trasladara a Santiago. La puerta principal es de cantería, del primer tercio del siglo XVIII. De esa época data la cúpula a la que se añadieron yeserías y adornos, así como la cornisa ondulada. Y los capiteles de las pilastras y el cornisamiento con dentellones y detalles ornamentales.

Un agujero en uno de sus muros nos permitía este domingo adentrarnos en su interior. Aún es visible el crucero que fue reforzado antes del terremoto con muros de apeo en los cuatro arcos y un zuncho superior en el tambor. Tras el seísmo fue reforzado de la misma forma que la torre, mediante perfiles y pletinas metálicos.

Aun en ruinas la iglesia de San Juan, situada en la subida al Castillo, sobresaliendo entre los tejados de las casas del barrio al que da nombre, es de gran belleza. Es visible desde el casco antiguo de la ciudad, pero también desde el barrio de San Cristóbal. Tiene fábrica de cruz latina, con bóveda de cañón en su nave central (no se conserva) y cúpula sobre el crucero, sobre pechinas, formando un tambor octogonal, cubierta con teja vidriada de color azul.