Un sonido sorprendente, intenso, rotundo… un mar de olas bravías en do, en la bemol… Un trocito de océano que partía de caracolas que sonaban a los pies de la Patrona y que se extendía a lo largo de Los Reales. El Bando Anunciador de las Fiestas Patronales de Santa María la Real de las Huertas dejaba anoche en silencio la repleta nave central del templo mientras el director y tres músicos de la Banda Municipal de Música tocaban el que se considera uno de los primeros instrumentos de viento metal de la historia. Al unísono hacían vibrar sus labios contra la punta rota de las caracolas a modo de trompeta y arrancaba así el Bando Anunciador de las Fiestas Patronales de Santa María la Real de las Huertas.
Las caracolas traen recuerdos no tan agradables a estas tierras. Se dejaban sentir en noches de riada, de incertidumbre, de preocupación… A orillas del cauce del Guadalentín compartían instantes con las campanas para recordar a todos que lo peor estaba por llegar. Aquellos sonidos no presagiaban nada bueno. Pero también tocaban en señal de alegría, de júbilo, como lo hicieron anoche, compartiendo cánticos de celebración y bailes que recordaron a aquellas celebraciones de antaño en que el santuario se llenaba de refajos bordados de lana de mil colores mientras se gritaba una y otra vez “¡Viva la Virgen de las Huertas!”.
El director de la Banda Municipal de Música, Antonio Manzanera, se mostraba emocionado mientras hacía sonar su caracola. A este sonido se sumaba una, dos… tres caracolas, para incorporarse más tarde los distintos instrumentos de la Banda Municipal que anoche estaba prácticamente al completo. Y las ‘postizas’ y las voces del Coro y Rondalla del grupo de Coros y Danzas de Lorca también se sumaban. Y bailarines que llenaban el espacio intermedio entre el altar mayor y el público y el pasillo central.
Al tradicional Toque de Caracolas seguían Parrandas de la Toba, Virgen de las Huertas, Aurora de Lorca, Cantiga a la Virgen, Nana Lorquina, Malagueña de Los Tollos, la Jota Lorquina y el Himno de la Virgen de las Huertas. Las cuatro últimas piezas las interpretaban de forma conjunta Coros y Danzas de Lorca y la Banda Municipal de Música de Lorca, sumándose también el público gracias a las octavillas con la letra que poco antes se habían repartido.
A la recuperación de esta tradición se refería al comienzo del acto el presidente de la Real Hermandad de la Virgen de las Huertas, Ignacio Arcas Cuartero, que recordaba que se volvía a retomar “tras los años en los que la pandemia ha imposibilitado su celebración”. Hacía mención a que no es la única tradición que la hermandad recuperaba en los últimos años y hablaba de otro de los propósitos, la conservación y ampliación de la Patrona. En este ámbito anunciaba la restauración en colaboración con el Ayuntamiento del “manto donado por la Reina Isabel II en 1858”.
Y reivindicaba la “total restauración” de las pinturas murales del Santuario Patronal. Se remontaba a la historia para recordar que fue en el año 1242 cuando “el ejército del Príncipe Alfonso conquistó la ciudad. Una conquista que se vio facilitada por el que se considera el primer milagro de nuestra Patrona, que hizo caer sobre Lorca una densa niebla que ayudó al Príncipe Alfonso en sus planes estratégicos que le dieron como resultado la ansiada victoria”.
En su tienda real, situada en las huertas, se había colocado la imagen de Nuestra Señora, “que siempre acompañaba al Príncipe. Quiso que esa imagen quedara en la ciudad custodiando la plaza, de manera que así se construyó el lugar donde hoy nos encontramos”. Y pedía a todos que acudan estos días al Santuario Patronal y que “conozcan la historia de nuestra Ciudad y porqué Santa María la Real de las Huertas es nuestra Patrona en unos días en que nuestra sociedad adolece de valores y de falta de identidad”.
Por último, daba las gracias a la Banda Municipal de Música y a Coros y Danzas de Lorca por participar en el Bando Anunciador de las fiestas. “Nos han maravillado con ese toque de caracolas tan singular que a todos nos impresiona”.
Impresionado también se mostraba el párroco de la Virgen de las Huertas, Miguel Ángel Alarcón, con el lleno que registra no solo estos días el templo. Se sentía agradecido, argumentaba, “por el amor que los lorquinos tienen a su Patrona” que queda reflejado durante la celebración de su onomástica en septiembre, pero también “en mayo y el resto del año”. Hablaba de la grandeza del lugar y pedía la “recuperación de sus pinturas murales”.
A ellas, también se refería el alcalde, Diego José Mateos, que expresaba el compromiso de la corporación municipal con el templo. “Ese compromiso sigue muy vigente y se traduce también en la reivindicación de la puesta en valor de este legado monumental que hoy nos rodea. El Santuario requiere de la atención de los poderes públicos para que su restauración se termine”.
Quedan aún cosas por hacer, apuntaba, mientras anunciaba que “no bajaremos la guardia y seguiremos reclamando de las administraciones competentes la implicación y la dotación presupuestaria necesaria para finalizar los trabajos de restauración integral de nuestro Santuario Patronal”. De las tradiciones señalaba que “la recuperación de las caracolas es buena prueba del interés que hay por recuperar nuestras tradiciones enmarcadas en los usos y costumbres de un pueblo orgulloso de su identidad”.
En pleno siglo XXI, insistía, la devoción hacia nuestra Patrona “sigue intacta”. Y cuando nos aproximamos al 8 de septiembre “florecen muchos sentimientos. Llega el día en que los lorquinos manifestamos públicamente nuestra devoción”. Como alcalde, “soy receptor de un legado histórico que arranca desde los tiempos de Alfonso X. El Concejo de Lorca está firmemente vinculado a Santa María la Real de las Huertas. Y ese vínculo no ha decaído”, concluía.
Bien entrada la noche finalizaba el acto con el que arrancaban oficialmente las celebraciones en honor a Santa María la Real de las Huertas, aunque desde finales de agosto se viene llevando a cabo un Solemne Novenario. Este miércoles será la ofrenda floral y la Serenata, preámbulos de la celebración de su onomástica que por la tarde la llevará a recorrer los aledaños de su Santuario.
