La carretera de circunvalación al Castillo se reabría este viernes al tráfico de vehículos pesados y autobuses después de permanecer clausurada durante las últimas semanas. Una gran grieta que se abría en la calzada y que provocaba el deslizamiento de tierra, con el consiguiente peligro para el tránsito de vehículos de cierto tonelaje, obligaba únicamente a permitir el paso de coches y microbuses.

Durante los últimos días el vial se sometía a distintas actuaciones que han posibilitado que vuelva a abrirse al tránsito de todo tipo de vehículos, como aseguraba en declaraciones a LA OPINIÓN la edil de Fomento, Isabel Casalduero, que afirmaba que “las obras que se han ejecutado han sido de emergencia. Han consistido en asegurar la grieta para posibilitar el paso de vehículos y de autobuses en dirección al Castillo y el Parador de Turismo”.

Los técnicos, destacaba, trabajan en un estudio pormenorizado que incluirá un “micropilotaje” para “afianzar” el vial y evitar que vuelvan a sucederse deslizamientos del terreno. Las tareas concluían “con el asfaltado de la calzada”, lo que permitía que volvieran a hacer uso de la carretera de circunvalación de todo tipo de vehículos.

La que continuará “largo tiempo” cerrada al tráfico será la subida al Castillo desde el barrio de San José. “Se está redactando el proyecto y realizando los estudios necesarios, ya que se trata de una obra de mayor calado”, apuntaba la edil de Fomento. Esta carretera presenta un importante socavón “como consecuencia de un descalce. El monte que hay justo debajo se ha venido abajo, por lo que la actuación es de gran importancia”.

La situación es “complicada”, determinaba Casalduero, ya que donde se producía el socavón está justo encima de la Autovía del Mediterráneo. “El carril está inmediato al de la A-7 en dirección a Puerto Lumbreras, por lo que la ejecución de las obras podría llevar consigo el corte puntual de al menos esa zona para llevar a cabo los arreglos necesarios”.

La edil insistía en que “todos estos detalles los contemplará el estudio y proyecto que deberá redactarse antes de iniciarse esos trabajos” tendentes al arreglo de la carretera para posibilitar abrirla nuevamente al tráfico de vehículos en dirección a la Alcazaba. Y recordaba que los descalces y socavones habían sido como consecuencia de los fuertes episodios de lluvias registrados en el municipio en la recta final del invierno. “Llovió mucho esos días y con mucha insistencia, por lo que se han producido importantes daños en numerosas carreteras del municipio, pero especialmente en laderas como la del Castillo”.