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Enrique Soler
Ver galería >Las fiestas de Moros, Cristianos y Caballos del Vino, en honor a la Santísima y Vera Cruz, rememoran una tradición que encuentra sus raíces en la Edad Media, cuando la localidad era tierra fronteriza con el Reino Nazarí de Granada. Más de 150.000 personas acuden cada año al Noroeste de la Región de Murcia para presenciar unos festejos insólitos y cargados de pasión.
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Las fiestas de Moros, Cristianos y Caballos del Vino, en honor a la Santísima y Vera Cruz, rememoran una tradición que encuentra sus raíces en la Edad Media, cuando la localidad era tierra fronteriza con el Reino Nazarí de Granada. Más de 150.000 personas acuden cada año al Noroeste de la Región de Murcia para presenciar unos festejos insólitos y cargados de pasión.
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Las fiestas de Moros, Cristianos y Caballos del Vino, en honor a la Santísima y Vera Cruz, rememoran una tradición que encuentra sus raíces en la Edad Media, cuando la localidad era tierra fronteriza con el Reino Nazarí de Granada. Más de 150.000 personas acuden cada año al Noroeste de la Región de Murcia para presenciar unos festejos insólitos y cargados de pasión.
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Las fiestas de Moros, Cristianos y Caballos del Vino, en honor a la Santísima y Vera Cruz, rememoran una tradición que encuentra sus raíces en la Edad Media, cuando la localidad era tierra fronteriza con el Reino Nazarí de Granada. Más de 150.000 personas acuden cada año al Noroeste de la Región de Murcia para presenciar unos festejos insólitos y cargados de pasión.
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Las fiestas de Moros, Cristianos y Caballos del Vino, en honor a la Santísima y Vera Cruz, rememoran una tradición que encuentra sus raíces en la Edad Media, cuando la localidad era tierra fronteriza con el Reino Nazarí de Granada. Más de 150.000 personas acuden cada año al Noroeste de la Región de Murcia para presenciar unos festejos insólitos y cargados de pasión.
Enrique Soler
Las fiestas de Moros, Cristianos y Caballos del Vino, en honor a la Santísima y Vera Cruz, rememoran una tradición que encuentra sus raíces en la Edad Media, cuando la localidad era tierra fronteriza con el Reino Nazarí de Granada. Más de 150.000 personas acuden cada año al Noroeste de la Región de Murcia para presenciar unos festejos insólitos y cargados de pasión.
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