“La hostelería lorquina ha vivido la peor Navidad del siglo XXI. No es comparable ni por asomo a ninguna anterior. Ha caído la facturación hasta mínimos que jamás hubiéramos pensado que podrían llegar”. Así de tajante se mostraba este martes en declaraciones a LA OPINIÓN el presidente de la Asociación de Hosteleros de Lorca, Jesús Abellaneda, que alertaba de la grave situación que atraviesa en estos momentos el sector. “Se están reduciendo las plantillas y eliminando al máximo los gastos”.

La imagen en la ciudad estos días es de terrazas prácticamente vacías, una situación que se viene produciendo desde hace varias semanas. La Navidad, reconocía Abellaneda, se inició en Lorca con optimismo. Sin embargo, conforme se fueron sucediendo los días y la ‘sexta ola’ de la pandemia hizo aparición todo cambio. “Se suspendieron todas las cenas y reuniones de empresas, familia, amigos… Las restricciones y el alarmismo que se implantó llevó a todos a acabar con cualquier iniciativa de encuentro”.

Los hosteleros no solo no han facturado esta Navidad, sino que han perdido gran parte de lo invertido. En su mayoría, género perecedero que se había previsto para las celebraciones reservadas. El presidente de Hostelor ha cifrado la caída de la facturación “en un 70 por ciento durante la Navidad en restauración”. Y de un “95 por ciento en ocio. Este sector es el que más está sufriendo”.

La situación, admitía, ha llevado a que muchos empresarios del sector se hayan visto obligados a “reducir sus plantillas” y “rebajar costes”. Ya se han producido los primeros cierres. “Algún empresario ha tenido que bajar la persiana ante esta situación tan grave y muchos otros siguen abiertos, pero a expensas de ver cómo va la situación en enero y febrero. El pesimismo se ha adueñado de todos”.

Esperanza en Semana Santa

Los hosteleros se muestran muy preocupados por la situación, aunque aún conservan la esperanza en la Semana Santa. “Lo ideal es que se pudiera celebrar, aunque nos preocupa mucho el pesimismo reinante entre el público como consecuencia del miedo provocado por el alarmismo continuo”, recalca Jesús Abellaneda.

Se mostraba agradecido por las medidas anunciadas esta mañana por el equipo de Gobierno. Unas peticiones que, admitía, realizaron desde la Asociación de Hosteleros. “Espero que se aprueben en el próximo Pleno y que todas las formaciones políticas nos apoyen en estos momentos de dificultades en que nos encontramos”.

Y pedía que se tomen en consideración otras propuestas que han hecho llegar para permitir que se puedan abrir nuevos negocios de restauración en el casco antiguo que permitan su recuperación. “Queremos que se actualicen las normativas en cuanto a ruido. Es muy difícil cumplir al cien por cien, por lo que necesitamos amparo”. Detallaba que “la normativa no permite a un restaurante tener una televisión, porque en cuanto un vecino se queje te pueden cerrar el local. La normativa, de los años 80, está obsoleta. Hay que actualizarla”.