En el conocido chiringuito de Francis, es el paseo marítimo de Santiago de la Ribera, junto a la playa, los clientes estaban «hombro con hombro» en el primer día en el que podían volver a abrir los bares, después del confinamiento más duro por la pandemia de coronavirus, indican fuentes policiales.

La situación se saldó no solo con el negocio cerrado, sino con el dueño detenido, después de, presuntamente, desobedecer las órdenes de la Policía Local.

Y es que mantener la distancia de seguridad, aunque ya se pueda ir saliendo a la calle, es algo importante para no contagiar el coronavirus, que ha segado la vida de más de un centenar de personas en la Región de Murcia y de miles en España.

El negocio, cerrado y precintado por la Policía Local.

Cuando los agentes llegaron al chiringuito, observaron también que la barra estaba abierta, algo que, en esta fase de la desescalada hasta alcanzar la denominada 'nueva normalidad', aún no se permite. La playa, al lado, también permanece, de momento, cerrada.

La Policía Local pasó ayer varias veces por el negocio, para instar al dueño a que estableciese distancia de seguridad o procediese a cerrarlo. El chiringuito llegó a ser cerrado, pero al rato la Policía pasó de nuevo y vio que el propietario lo tenía otra vez abierto. Fue ahí cuando se procedió al arresto del hombre, que no solo se enfrenta a una multa, sino que está acusado de un delito de desobediencia reiterada. Ahora ha de ser el Juzgado de Guardia el que decida su destino.