El joven de 30 años que falleció ayer tras clavarse el pincho de una valla en Lorca estaba intentando acceder a casa de un amigo. Utilizó la verja de la vivienda de al lado para poder acceder al citado inmueble y fue entonces cuando resbaló y se quedó enganchado, por lo que se descarta el intento de robo.

El fallecido es vecino de Ramblilla de San Lázaro, está casado y tiene dos hijos.

Según fuentes cercanas, los bomberos tuvieron que cortar tres barrotes de hierro para poder extraer el cuerpo.

El levantamiento del cadáver se produjo sobre las 21.30 horas.