El Real Monasterio de la Encarnación, sede de las hermanas clarisas en Mula, podría tener las horas contadas. La Orden Mínima establecida por el papa Francisco interpone que aquellos conventos con menos de cinco religosas deben cerrar y establecerse en otros conventos. Actualmente Mula cuenta con tan sólo cuatro hermanas y desde hace meses viene tomando forma el rumor de que el convento podría cerrar sus puertas y las religiosas ser trasladadas a otra orden, aunque nadie en Mula quiere manifestarse al respecto.

Fuentes del Obispado confirman que se están buscando alternativas para no cerrar el convento de Mula, uno de los más importantes de la Región, y poder traer religiosas de otros conventos para establecer el mínimo exigido.

El Real Monasterio de la Encarnación se encuentra situado en pleno centro histórico de la localidad. En su interior se encontraba el colegio de Santa Clara que fue trasladado hace años y posteriormente se estableció como cooperativa ajena al convento. Entre sus muros llenos de historia se encuentra la Reliquia de la Santa Espina de Cristo de las que las hermanas clarisas son custodias. El Monasterio es sede de la Real Cofradía de Jesús Resucitado y allí se encuentran los restos de Fray Pedro Botía a quién se le apareciera el Niño Jesús del Balate. Las hermanas se hacen cargo de una hospedería peregrina anexa al convento y elaboran dulces.

Hasta allí llega la imagen de El Niño de Mula en su romería de bajada el 8 de septiembre y desde allí parte en la subida hasta su ermita en día 22. Es en la Encarnación donde se venera al Señor de la Escalera y donde tienen lugar los actos religiosos de Jesús Resucitado. El convento cuenta también con un convenio con el Ayuntamiento para establecer visitas guiadas al interior de las instalaciones en uno de los inmuebles más importantes del municipio. Tanto las cofradías y hermandades afectadas por el cierre del convento, como el propio Ayuntamiento que está inmerso en una importante promoción de turismo religioso a través de la Santa Espina, se muestran preocupados por este hecho, pero valoran positivamente que se esté buscando una solución y el convento no cierre sus puertas lo que supondría un grave efecto para las tradiciones locales y el importante patrimonio existente en su interior.

Cuenta Juan Gutiérrez en su blog sobre Mula que una comitiva con cuatro monjas y once novicias llegaba a Mula desde Trujillo y Madrid en la madrugada del 5 de marzo de 1678, hace 341 años, para fundar el convento de La Encarnación. «Su entrada en el término de Mula fue recibida con vítores, música y pólvora». Ahora, con una grave disminución de vocaciones religiosas, el convento podría verse abocado al abandono y con él una gran pérdida para Mula.