'Biodiversidad para la diversidad' es la idea sobre la que gira uno de los proyectos que más repercusión ha tenido en Yecla y que quiere saltar las lindes del término para llegar, por ahora, al resto de la Región. Los usuarios de la Escuela-Taller de Agricultura Ecológica de la Asociación de Personas con Discapacidad Intelectual de Yecla (Ampy) ven cómo poco a poco el sueño que persiguen desde 2014 se torna realidad: convertirse en un Centro Especial de Empleo en el que más del 70% sean trabajadores con discapacidad. Para ello se financian vendiendo sus productos.

En el paraje del Lentiscar, al noroeste del casco urbano, una pequeña parcela es el escenario donde se desarrolla el proyecto iniciado por la Asociación y que, tras mucho trabajo, se ha convertido en un Huerto Ecológico. En él, un grupo de usuarios de Ampy, acompañados de Eliecer Soriano, ingeniero técnico agrícola y coordinador del proyecto, labran y cultivan la tierra de la que brotan hortalizas y verduras. «Primero empezamos con un pequeño trozo de la parcela y ahora tenemos una gran variedad de cultivos», asegura.

La motivación, desde sus inicios, ha sido la de permitir la inclusión laboral y social de los usuarios con diversidad funcional de Ampy. En el día a día de las tareas que implica el trabajo en el campo, desarrollan y mejoran sus destrezas laborales para facilitar su entrada en el mercado laboral. Eliecer, desde el inicio, deja clara la idea que se trabaja en el huerto: «No hay personas incapacitadas, sino que cada uno tiene la capacidad para desarrollar una labor». Y así lo demuestran las quince personas partícipes en el huerto. A cada usuario se le asignan unas tareas distintas en función de sus habilidades. Para unos, por su destreza física, es más sencillo hacer trabajos que requieran fuerza mientras que otros tienen un mejor sentido del orden o la responsabilidad.

El huerto comenzó con unas hileras de plantas ornamentales, y pequeñas dosis de teoría, explicando a los usuarios el funcionamiento de un huerto. Se trabaja, además, la concienciación sobre la alimentación saludable o el cuidado medioambiental. Cinco años después hay una gran variedad de cultivos, verduras y hortalizas que se intercambian por donaciones de los vecinos que quieren consumir productos totalmente ecológicos y producidos en Yecla. Es precisamente esa creciente demanda de productos ecológicos sobre la que se construye la idea de Centro Especial de Empleo. Siguiendo ejemplos como la Fagueda en Cataluña o Atasde en Huesca, el objetivo de un Centro de Empleo es, ante la escasa oferta de inclusión en el mercado laboral de los usuarios, ofrecer una oportunidad de trabajo que les permita tener cierta autonomía y normalizar la idea de que la diversidad funcional no es una barrera para trabajar.

Desde 2014, el huerto ha evolucionado a pequeños pasos. Mejores instalaciones, más herramientas y más variedad de cultivos y plantas. Los recursos han sido aportados por la propia Asociación y por aquellas personas que han participado a través de donaciones y ayudas, además de empresas que también se han volcado con la iniciativa. Gracias al interés que la ciudad ha mostrado con el huerto ecológico, el Centro Especial de Empleo está muy cerca de ser una realidad.

La Asociación de Personas con Discapacidad Intelectual de Yecla está siempre abierta a cualquier ayuda externa con la que se quiera contribuir al desarrollo del proyecto. El futuro laboral de los usuarios de Ampy está más cerca que nunca. En la actualidad se cultivan los productos del huerto en un terreno de 5.000 metros y, en breve, dispondrán de otra parcela cercana, gracias a la cesión de explotación de su propietario. Entre las pretensiones está la posibilidad de abastecer no solo a Yecla, sino también a ciudades limítrofes.