Cientos de personas desafiaron ayer al frío y se entregaron a San Sebastián, el patrón de Ricote, que protagonizó la tradicional procesión en el día grande de las fiestas de la localidad. A pesar de que durante el día había riesgo por lluvias en todo el Valle de Ricote, la imagen del patrón brilló durante su recorrido por las principales calles del municipio.

El cortejo partió de la Iglesia acompañado de las autoridades civiles y eclesiásticas. Al llegar a la Gran Vía, se lanzó el tradicional castillo de fuegos artificiales. El público se echó a la calle a pesar del intenso frío que reinó durante toda la noche.

Las fiestas de Ricote continuarán hasta el próximo domingo. Este martes, San Sebastián volverá a tomar las calles y el sábado será el tradicional desfile de carrozas por el municipio.