El yacimiento de la sierra de Quibas en Abanilla sigue sacando a la luz nuevos restos de la fauna que se paseaba por la zona desde hace un millón de años. La última ha sido una pata de un caballo y numerosos fragmentos de las más de 70 especies tanto de invertebrados como de vertebrados que se ha demostrado que vivían allí. Así lo explicó ayer a esta Redacción el paleontólogo aguileño Pedro Piñero, una de los codirectores de las excavaciones.

La última campaña se inició el pasado miércoles 3 de octubre y se alargará hasta el próximo domingo. La excavación está dirigida también por Jordi Agustí (Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social, Tarragona) y Antonio Rosas (CSIC-Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid).

El hallazgo de un tipo de rinoceronte que hasta ahora nunca se había identificado en el yacimiento, junto a otros muchos restos de fauna ayudarán a entender mejor cómo era Europa hace sobre un millón de años, por lo que Abanilla se sitúa en el repertorio de lugares de importancia de Atapuerca (Burgos), Orce (Granada) o Dmnisi (Georgia) para avanzar en aspectos claves del conocimiento sobre las primeras poblaciones humanas en dicho continente.

«El yacimiento de Quibas es importante por varios motivos: abundancia y diversidad de la asociación faunística identificada (más de 70 especies tanto de invertebrados como de vertebrados); la propia edad del yacimiento, ya que se trata del momento en el que aparecen las primeras evidencias de ocupación humana en Europa Occidental; así como por la excelente conservación de algunos de los fósiles recuperados», asegura Piñero.

Entre los hallazgos destacan los restos de un gran felino, que los investigadores están investigando para determinar la especie exacta. Desde el inicio de la nueva etapa de intervenciones en el yacimiento de Quibas, en el año 2014, el principal objetivo ha sido alcanzar los niveles con contenido fosilífero de la estructura denominada 'Sima. Y es que durante las campañas que se dirigieron entre los años 2000 y 2009 (dirigidas por el profesor de la Universidad de Murcia Miguel Ángel Mancheño) el objetivo fue el de la otra estructura conocida como 'Cueva' y contigua a la 'Sima'. «Tras cuatro años de esfuerzos, finalmente se ha conseguido alcanzar el nivel fértil en la Sima y además confirmar la conexión interna entre estas dos estructuras kársticas, con una continuación entre sus niveles fosilíferos», asegura el investigador.

Por otra parte, una jornada de puertas abiertas al yacimiento, coordinada desde la oficina de Turismo del Ayuntamiento de Abanilla, reunió el domingo a más de cien personas de toda la Región deseosas de descubrir en primera fila los secretos que esconde el yacimiento.

Además, ayer Piñero y las arqueólogas italianas Claudia Iannicelli y Stefania Titton impartieron una conferencia titulada 'Viajemos un millón de años al pasado' para 180 alumnos de colegios e institutos de todo el municipio de Abanilla. «Los alumnos demostraron tener gran inquietud por conocer los secretos del yacimiento y nos demostraron que saben muchas cosas sobre este yacimiento. Es muy importante, al margen de sacar a la luz los retos, que se dé a conocer el trabajo que se está haciendo», explicaba Piñero.