¿Sabían ustedes que los rinocerontes se paseaban por Abanilla hace un millón de años? Pues el hallazgo de restos de uno que hasta ahora nunca se había identificado en el yacimiento de la Sierra de Quibas demuestra que lo hacían. Pero no iba solo, ya que también se han encontrado otros restos de fauna que ayudarán a entender mejor cómo era Europa Occidental y sus habitantes humanos y animales de hace un millón de años.

Según ha informado el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), que codirige las excavaciones en Quibas, el rinoceronte descubierto era probablemente del género 'Stephanorhinus' y de momento se cuenta con un metápodo (hueso de una extremidad) y un fragmento dentario. Entre los hallazgos destaca también una falange y un canino de macaco, un canino de un felino (probablemente lince ibérico), un molar de un ancestro del zorro (Vulpes praeglaciaris), un radio y pezuña de caballo (Equus altidens), una mandíbula de cérvido, varios restos de cabra (Capra alba), una garra de un ave rapaz de gran tamaño, así como otros restos de aves, un metápodo de un gran bóvido (quizá de un buey almizclero) y restos de tortugas.

«También destaca la recuperación de numerosos restos de microfauna durante las tareas de lavado y tamizado del sedimento, como conejos, ratones, murciélagos, lirones, serpientes, lagartijas y sapos, que nos permitirán determinar de forma concreta las edades de los sucesivos niveles que conforman el yacimiento y la evolución del entorno ambiental», explica en un comunicado Pedro Piñero, codirector de la excavación de Quibas. «Otro aspecto curioso ha sido la identificación de cicatrices producto de antiguos terremotos en algunas estalactitas de una de las paredes de la cueva donde se integra el yacimiento», señala el paleontólogo.

«El yacimiento de Quibas es importante por varios motivos: abundancia y diversidad de la asociación faunística identificada, más de 70 especies tanto de invertebrados como de vertebrados, la propia edad del yacimiento, ya que se trata del momento en que aparecen las primeras evidencias de ocupación humana en Europa Occidental, así como por la excelente conservación de algunos de los fósiles recuperados», puntualizó Piñero.

Antonio Rosas, profesor del departamento de Paleobiología del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, dependiente del CSIC, explica que «el yacimiento de la sierra de Quibas fue excavado hace años, aunque estamos trabajando desde hace tres años en un programa de excavaciones con una nueva técnica para encontrar los restos únicos de animales de varios tipos que atesora».

Se da la casualidad que ayer también se dio a conocer otro hallazgo paleontológico muy importante en la Región de Murcia, los fósiles del reptil marino más antiguo de la Región.