La empresa 'Conservas Fernández' de Calasparra ha sido adjudicada por 132.100 euros a los propios trabajadores en la subasta judicial celebrada recientemente y se prevé el reinicio de su actividad en el corto plazo, informó Antonio Huertas, representante de los empleados de la conservera.

Está previsto que en los próximas días se reanuden las negociaciones con diversas empresas interesadas en producir y se está trabajando con la idea de poner a punto las instalaciones antes de que finalice el año para empezar a producir dentro del primer trimestre de 2019.

Tras cerrar sus puertas en el año 2009, se encuentra en la fase de liquidación del concurso de acreedores iniciado en 2013. En un paso más de este proceso, la administración concursal sacó a subasta el pasado mes de septiembre sus activos valorados en más de 19 millones de euros. El día 1 de octubre concluyó la subasta resultando adjudicatarios los trabajadores.

Pese a la dificultad del proyecto, la representación jurídica de los trabajadores, junto al alcalde de Calasparra, Pepe Velez, y un reducido grupo de trabajadores, se propusieron buscar la financiación y el resto de medios necesarios para participar en la subasta e impedir que los especuladores se adjudicasen la empresa por un precio irrisorio y a continuación fuese desmantelada.

La operación se ha realizado a través de una sociedad generada al efecto por 6 extrabajadores, con el compromiso de transmitir en la plazo de 6 meses la totalidad de sus participaciones al resto de compañeros de Conservas Fernández en proporción a la deuda que cada trabajador mantiene en el concurso, reservando una parte de las participaciones para aquellos trabajadores que por razones de excedencia, u otras eventualidades, no han podido cobrar sus indemnizaciones.

Con esta operación los trabajadores prácticamente se aseguran percibir el resto de sus más de 2 millones de euros de indemnizaciones adeudadas, y tener la capacidad para reabrir las puertas de la empresa y reanudar su actividad.