Archena vivió ayer a lo grande la celebración del día grande de sus fiestas, el del Corpus Christi. Durante toda la mañana numerosos vecinos y visitantes se acercaron a contemplar los altares y las alfombras de flores y sal instaladas entre la iglesia de San Juan Bautista y la del Corpus Christi-La Purísima.

Por la tarde, tras la eucaristía que tuvo lugar en la plaza del Príncipe, los niños que han hecho este año la Primera Comunión abrieron un cortejo que llenó de espiritualidad y colorido las calles.