Decenas de personas se concentraban este lunes en Alcantarilla para protestar por "los aires contaminantes" que están asolando la población, y que aseguran suponen tal problema que han obligado ha desalojar el Sanje, un centro educativo de la localidad.

Muchos de los participantes en la iniciativa portaban mascarillas. Uno de ellos, incluso, llevaba una antigua máscara de gas. Los concentrados clamaron consignas como "¿qué queremos? Aire limpio" y "queremos solución a la contaminación".

Además, gritaron "aquí, aquí, aquí Chernobyl" y "así, así, ni un paso atrás, el aire limpio lo vamos a lograr". Algunos vestían camisetas blancas con lazos azules y la leyenda 'Aire limpio'.

"En el primer cambio de clase de ha empezado a oler muy mal y los profesores han dicho que, si seguía así, tendríamos que evacuar", explicaba Verónica, de 12 años, alumna del Sanje. "Olía a podrido", añadía Daniela, también de 12 años y compañera de clase de la primera niña.

"Estamos sobrepasando los niveles de tolueno", apuntaba al respecto Joaquín Atenza, miembro de la plataforma Aire Limpio. En este sentido, detallaba que "el tolueno es un compuesto cancerígeno que, a pequeñas dosis, produce síntomas como vómitos y dolor de cabeza, que es lo que les ha pasado esta mañana a los alumnos del Sanje".

"No tenemos que esperar a que la Administración llegue a conclusiones a las que estamos viendo que no tienen voluntad de llegar", agregaba Atenza.

La plataforma Aire Limpio convocaba esta concentración en la puerta de la empresa Derivados Químicos, con el fin de denunciar "que el olor que en los últimos años venimos sufriendo en Alcantarilla está cada vez más claro que viene de esta empresa", en palabras de Jesús Cano, vicepresidente de la plataforma.

A la protesta acudieron agentes de la Policía Local, aunque todo transcurrió de forma pacífica y no fue precisa su intervención. También se movilizaron dos vehículos del 112.

En un momento dado, unos pocos intentaron que todos corearan algún improperio, con escaso éxito. "Si ni insultamos ni cortamos la calle, ¿para qué hemos venido?", se quejaba una vecina.