El psiquiatra sevillano Luis Rojas Marcos aseguró ayer que, tras una situación como la del terremoto registrado el pasado miércoles en Lorca, «lo importante es dar un sentimiento de seguridad a las víctimas» para que salgan adelante en una situación «absolutamente superable» con el tiempo.

Antes de tomar posesión como Académico de Honor de la Real Academia de Medicina de Sevilla, Rojas Marcos declaró que «las personas tenemos una capacidad natural a la hora de enfrentarnos y superar adversidades» aunque esto «requiere tiempo». «Es una mezcla de resistencia y flexibilidad, en la que recibimos un golpe y nos adaptamos a él, pero con el tiempo volvemos al estado anterior» y añadió que «lo importante es dar seguridad a las víctimas y que la persona sienta que pueden controlar o programar su vida».

Para el profesor de Psiquiatría de la Universidad de Nueva York, la incertidumbre es «muy difícil» de superar, por lo que indicó que lo primero es reforzar a los afectados «el sentido de que su programa de vida va a continuar», de forma que pasen por «un periodo de superación, que va a ser difícil». «Como cualquier herida del cuerpo que requiere tiempo para cicatrizarse, las heridas del espíritu y la mente también requieren tiempo», aseveró, para añadir que se trata de una situación «absolutamente superable» y que la gran mayoría de las personas superan «las peores adversidades».

Conexión afectiva

Explicó que quienes se sienten conectados afectivamente a otros superan mejor la adversidad, igual que los que hablan y expresan su angustia con palabras o los que piensan que pueden hacer algo por salir de esta situación, y concluyó que esta actitud «es una fuerza natural, no es algo que se aprende, sino algo que llevamos casi todos».

Rojas Marcos, responsable de los hospitales públicos de Nueva York y miembro del Consejo de Control de Emergencias de la ciudad cuando se produjeron los atentados del 11-S, se refirió también a la muerte de Bin Laden y señaló que «mucha gente en EE UU y probablemente fuera ha visto que de alguna forma ha habido una justicia que se ha cumplido». «Un personaje que se dedicaba profesionalmente a matar ha perdido su vida», señaló, algo que para muchas personas «ha sido indudablemente el final de un capítulo», aunque para otras «han pasado tantas cosas desde el 11-S que esto tampoco ha supuesto un gran cambio».