En directo, el BMV Serie 4 Coupé resulta mucho más atractivo que en foto. Crece en dimensiones, en todas su cotas -hasta los 4,77 metros de longitud y 1,85 metros de ancho-, lo que se aprecia tanto por fuera, como por dentro.

Sus líneas dibujan un coupé puro, con el morro largo y en caída; el habitáculo retrasado, ensanchado y musculoso. Su trasera es fantástica, vanguardista y agresiva, como debe ser en un coupé con orientación GT -gran turismo, o lo que es lo mismo, idóneo para largos viajes-.

Una mirada hacia el BMW 328

Su frontal se inspira, según BMW, en los primeros BMW 328 que, efectivamente montaban una calandra con los "riñones" identitarios de la marca muy estilizados y grandes, que trepaban por todo el frontal. Para la ocasión, no son tan estilizados, pero son tan grandes que no solo trepan por el capó, sino que la matrícula delantera se inscribe dentro de ellos. Serán exclusivos de esta segunda generación del BMW Serie 4 -los anteriores se denominaban BMW Serie 3 Coupé- y no los veremos en ningún otro modelo del fabricante.

Con todo, han levantado mucha controversia entre los fieles de la marca y, desde luego, hay que acostumbrarse a mirarlos. Rubrican el exterior un nutrido catálogo de llantas de entre 17 y 19 pulgadas.

Las dudas estéticas de su controvertido frontal se disipan cuando observamos el resto del coche, cuando entramos en su habitáculo, mucho más espacioso y luminoso, con materiales de mayor calidad, ajustes de primera y el conocido diseño minimalista y con la consola central orientada hacia el conductor, típico de la casa, pero, sobre todo, cuando lo conducimos.

Siempre en automático

Independientemente de la motorización escogida -nosotros condujimos un 430i-, el cambio siempre será automático y las múltiples configuraciones y ayudas electrónicas a la conducción conseguirán que nuestro Serie 4 se adapte a nuestro estilo y estado de ánimo como un guante.

Cómodo y rápido en autovías y autopistas -nuestra unidad de 258 CV de gasolina es un disparo-, su aumento de tamaño apenas le resta agilidad en ciudad y tráfico denso. La sorpresa vino en el revirado tramo de carretera con el que BMW nos obsequió y donde pudimos comprobar lo rápido y efectivo que puede ser este coche, lo que te diviertes con él y la muy agradable sensación de seguridad y control que transmite, por muy elevado que sea nuestro ritmo.

La suspensión hace que el Serie 4 gire plano -hay tres tipos de amortiguación para elegir- y los controles dejan disfrutar del progresivo deslizamiento que su motor y bastidor permiten, siempre sonriendo y sin sustos, tirones o alarmas.

Mención especial merece su dirección opcional con desmultiplicación variable, que hace el guiado más directo, aunque hay que acostumbrarse a su respuesta. También podremos aumentar su motricidad con un diferencial autoblocante para el eje trasero, así como su frenada con un equipo de discos y pastillas más potente; o la seguridad en conducción nocturna con la tecnología láser en las ópticas.

Un BMW muy BMW. No defraudará a quien lo elija es, exactamente, lo que parece, un coupé muy tecnológico y preparado para destacar dentro de un segmento en el que la vanguardia y el diseño son determinantes. En este caso, además de esas cualidades, el nuevo Serie 4 aporta toda la deportividad del fabricante bávaro heredada de modelos de referencia como el Serie 8.

Precio del BMV Serie 4 Coupé

48.400 euros es el coste del ataque a la gama 420i Coupé; le sigue, con 49.350 euros, la versión diésel 420d Coupé; los más poderosos M440i y el deportivo M4 tienen un precio de 74.300 y 113.200 euros, respectivamente.