De los SUV (Sport Utility Vehicle), se pueden predicar en general muchos puntos comunes. Tienen diseños atractivos que transmiten robustez, carrocerías más altas que transmiten seguridad, e interiores más amplios. Este vehículo probado, reúne todo eso y es muy bonito, realmente bonito; la unidad probada, con color rojo brillante, no dejaba indiferente y llamaba la atención. Es fácil concluir que el miembro profano de la pareja lo encontrase perfecto€ el miembro aficionado, todo hay que decirlo, también lo encontró muy preparado y un candidato de altísimo nivel.

Su tarifa de acceso, en cuanto a precio, roza los 50.000 euros. A partir de ahí la lista de opciones y acabados permiten configurar un modelo a medida para cualquier usuario.

Su aspecto es muy similar al de su hermano mayor, el X6, pero más pequeño, y esa reducción de medidas lo dota de un mayor encanto visual al restarle imponencia y, si se quiere, un punto de agresividad más contenido; tiene aspecto de todoterreno, pero la parte final del techo cae de forma parecida a los cupés, línea que imita. Comparte plataforma con modelos como el Serie 3, el X3 y el Serie 4 Gran Cupé. Mide 4,67 metros de longitud, 30 cm menos que el X6 y prácticamente igual que un X3, y es más bajo que cualquiera de los dos, no mucho, pero apreciable.

La gama de motores es muy amplia, con potencias de 184 CV hasta 360 CV, con motorizaciones diésel y gasolina a gusto de cualquier consumidor. La versión objeto de análisis disponía del motor de 190 CV diésel y cambio automático de 8 velocidades (con el buen funcionamiento de que siempre hace gala). Respondía con agilidad y no se echaba en falta más potencia; los consumos eran realmente bajos, sobre todo si se aprovechaban los distintos programas de conducción, llaneando en autopista con el programa ECODRIVE con un gasto difícil de creer. Es indudable que el gran avance en los últimos tiempos de este tipo de vehículos, en especial el objeto de prueba, es una aerodinámica muy cuidada, una contención en el peso y una gran atención a los desarrollos de cambio que permiten estas cajas con tan gran número de velocidades. Sumado todo el conjunto, hace posible consumos hasta hace poco inalcanzables en este tipo de vehículos.

Otro tanto a favor de la afilada aerodinámica es el silencio de marcha, que redunda en el confort de forma muy apreciable. Se realizó una prueba muy realista, con circulación sostenida en autovía durante largos periodos y sin el equipo de música conectado y la sonoridad era realmente baja. Se notaba más el ruido de rodadura, pero dentro de límites muy contenidos. Con la capacidad multimedia del vehículo y lo bien dotado de altavoces, cuando se ponía en funcionamiento el exterior desaparecía suavemente€ sin perder la atención, claro.

Al confort se le suma una suspensión también muy lograda, con un compromiso sobresaliente entre efectividad y comodidad. Lo cierto es que, en los trayectos largos como alguno de los realizados, termina agradeciéndose la firmeza y la buena sujeción más que la blandura y movilidad, entendida como poca sujeción.

Volviendo a la aerodinámica, el X4 presenta una silueta cupé afilada y por eso, servidumbre necesaria, no hay mucha altura libre hasta el techo, especialmente en las plazas posteriores. Normalmente, los todoterrenos dan sensación de espacio por esa razón; esta impresión no se tiene en el X4. El maletero también queda limitado por la silueta cupé, pero es suficiente para tres personas y, en caso de necesidad, se pueden quitar las bandejas y abatir parcialmente el asiento trasero. No siendo su mayor virtud no es ningún defecto pues ¿cuándo se utiliza al máximo la capacidad de SUV más ´normales´?

Sorprende la posición de conducción del X4, ya que es ligeramente más baja de lo que se espera, sin perder ni un ápice de esa sensación de mayor seguridad, únicamente en ciudad, que caracteriza a este tipo de vehículos. Como consejo especifico, merece la pena invertir unos minutos en reglar adecuadamente el asiento y el volante porque, sin duda, lograr la posición más adecuada para cada conductor, cuestión de gustos, es del todo posible en este vehículo. Y ya se sabe que lo inteligente no es elegir lo mejor sobre lo peor, sino sobre lo segundo mejor€

Como respecto a la motorización, las opciones y posibilidades de personalización son muy numerosas, con especial mención a todo lo relacionado con la seguridad. En este último aspecto, la seguridad y los frenos, el vehículo está dotado de todos los avances, tanto en seguridad pasiva como activa, con cierto grado de asistencia a la conducción que supone un plus en este sentido.

La capacidad todoterreno se limita a caminos y algo de arena, debiendo ser muy cuidadosos con el sistema de tracción para no quedar atascados, lo que nunca nos ocurrió durante la prueba; en un trozo de camino muy roto y pedregoso, lo supero sin ninguna dificultad, pero se hizo necesario reducir al máximo la velocidad. Su terreno ideal es el dicho, caminos y arena, pero permite explorar posibilidades que solo están al alcance de este tipo de vehículos€ o de algún ganadero loco con un utilitario de tracción delantera con cincuenta años a cuestas.

En conclusión, los dos miembros de la pareja han quedado muy satisfechos del X4. No siendo un SUV normal, aunque cada vez son más numerosas las opciones cupé de estos vehículos, y tratándose de un modelo Premium, con precio superior a la inmensa mayoría de estos vehículos más ´normales´, lo cierto es que la calidad es sobresaliente y la imagen muy buena, de las mejores del segmente y de las que llaman la atención; la pareja y su vástago han disfrutado de su viaje, lo han hecho muy cómodo y sin pereza alguna y a ritmos y consumos muy razonables, bajos en realidad, y el X4 ha ganado muchos enteros como posible elección.