Peor seguridad ciudadana

Suecia estudia usar al ejército en la lucha contra las bandas criminales

Es una situación común en otros países nórdicos, como Finlandia, Dinamarca y Noruega, extendida asimismo en Países Bajos

Suecia estudia usar al ejército en la lucha contra las bandas criminales.

Suecia estudia usar al ejército en la lucha contra las bandas criminales. / ANDERS WIKLUND

Gemma Casadevall

Los ajustes de cuentas, tiroteosexplosiones y guerras “territoriales” entre las bandas criminales se han convertido en un azote contra la seguridad ciudadana en Suecia. Su primer ministro, el conservador Ulf Kristersson, está dispuesto a combatirlas recurriendo al ejército, a modo de apoyo a la policía. “Abordar la situación para ver cómo las fuerzas armadas pueden reforzar la labor policial", anunció Kristersson desde la televisión sueca.

A estas declaraciones del político, la noche del jueves, siguió el viernes una reunión del primer ministro con el jefe del Estado mayor, Micael Byden, y el jefe de la Policía, Anders Thornberg, para analizar cómo articular esta colaboración, de acuerdo a la legislación vigente, o qué modificaciones legales se impulsarán para posibilitarla.

Kristersson, en el cargo desde hace casi un año y al frente de una coalición centrista apoyada en la ultraderecha como socio externo, pretende responder así a la alarma desatada por la secuencia de tiroteos mortales y ajustes de cuentas entre bandas rivales. Solo en septiembre se registraron once víctimas mortales, tres de las cuales en apenas 24 horas. No hay día en que no salte la noticia de un nuevo tiroteo o ataque con explosivos en algún punto del país nórdico. Medios de comunicación como el diario 'Aftonbladet' informan de operaciones de “reclutamiento” por parte de esas bandas de adolescentes de distritos con altos índices de población de origen inmigrante.

Problemas en el norte

Es una situación común en otros países nórdicos, como FinlandiaDinamarca Noruega, extendida asimismo en Países Bajos. En las guerras territoriales entre bandas dedicadas al tráfico de drogas o de armas han cobrado protagonismo los llamados “clanes árabes”. Ello ha favorecido el desplazamiento del voto hacia formaciones ultraderechistas por parte de ciudadanos no necesariamente identificados con esas ideologías, pero que ven peligrar la seguridad pública de países con altos índices de bienestar y exponente de un modelo de sociedad abierta.

En el caso sueco, en 2022 se registraron 391 tiroteos en distintos puntos del país, con un total de 62 víctimas mortales. Las guerras entre bandas no se limitan ya a barrios periféricos, sino que se desarrollan en el centro de la capital, Estocolmo, o de otras grandes ciudades, como Malmö. Entre las últimas víctimas mortales se encontraba una mujer joven, muerta en una explosión, así como un adolescente.