El Gobierno de Estados Unidos prohibirá la importación de petróleo y gas procedente de Rusia como represalia por la ofensiva militar lanzada sobre Ucrania, en un movimiento que Washington venía anticipando desde hace varios días y que por ahora no tendrá reflejo en la Unión Europea, dividida en torno a este punto.

El veto, que anunciará el propio presidente norteamericano, Joe Biden, afectará al petróleo, al gas y al carbón procedente de Rusia, según fuentes del Gobierno citadas por varios medios, entre ellos CNN o la agencia de noticias Bloomberg.

Estados Unidos es menos dependiente que Europa de la energía de Rusia, ya que el petróleo procedente de este país apenas representa el 3 por ciento de todos los envíos, según datos oficiales. Las fuentes citadas por los medios han asegurado que los socios europeos ya están informados del anuncio de Biden.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, lleva días agitando la posibilidad de un embargo energético para endurecer las sanciones económicas contra Rusia, en la medida en que Moscú sigue sin dar muestras de bajar el ritmo de su ofensiva militar sobre Ucrania.

El giro de Biden, además, contaría con el respaldo de la opinión pública de Estados Unidos, ya que el 56 por ciento de los ciudadanos cree que los castigos aprobados hasta ahora son insuficientes, según un sondeo divulgado el lunes por la Universidad de Quinnipiac. Sólo un 3 por ciento los consideran demasiado duros.

En esta encuesta, un 71 por ciento de las personas entrevistadas se muestra a favor del embargo petrolero, aunque esto suponga pagar más por la gasolina en el día a día. Entre los demócratas, el respaldo asciende al 82 por ciento, mientras que en las filas republicanas es del 66 por ciento.

Presión a Biden

En EEUU, legisladores demócratas y republicanos han presionado en los últimos días a Biden para que Washington deje de comprar petróleo y productos derivados del crudo de Rusia con el argumento de que los ingresos de esas importaciones sirven al Kremlin para financiar la guerra en Ucrania.

Además, este sábado, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se reunió de manera virtual con 280 miembros del Congreso de EEUU y les pidió ayuda para que se prohíba la importación de petróleo procedente de Rusia, ante lo que muchos legisladores expresaron su respaldo.

Aunque el veto al petróleo ruso ha ganado apoyo en EEUU a nivel doméstico, la Unión Europea (UE) aún no ha expresado su aprobación.

También en una entrevista este domingo con CNN, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, que se encuentra en Berlín, reiteró su deseo de que Europa deje de depender de Rusia, diversifique sus fuentes de energía y acelere su inversión en energías renovables. No obstante, rechazó hacer comentarios sobre cualquier conversación con Washington acerca del petróleo ruso.

Dependencia energética

La UE depende de Rusia para el suministro de energía, ya que importa el 41% del gas natural y el 27% del petróleo que consume de ese país, según datos de 2019 de Eurostat.

A diferencia de la Unión Europea, EEUU tiene capacidad para producir su propio gas y petróleo gracias a la fracturación hidráulica y otras formas de extracción, aunque sigue importando energía de otros países porque su consumo doméstico es mucho mayor que la producción interna.

Estados Unidos, sin embargo, depende mucho menos de Rusia y solo importa el 7,9% de petróleo de ese país, de acuerdo a la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).