Uno de los dos candidatos demócratas al Senado de EEUU, Raphael Warnock, ganó las elecciones de este martes en Georgia, lo que acerca a ese partido a la posibilidad de arrebatar a los republicanos el control de la Cámara Alta.

Warnock derrotó a la senadora republicana Kelly Loeffler en los comicios de segunda vuelta en el estado, según las proyecciones de los principales medios de comunicación.

"Esta noche, demostramos que con esperanza, trabajo duro y la gente a nuestro lado, todo es posible", dijo Warnock a sus seguidores en un discurso virtual difundido por varios medios. Su oponente aún no ha admitido la derrota.

Según las proyecciones de los diversos medios sobre el escrutinio, cuando ya se ha contado más del 97% de los sufragios, el demócrata habría superado el 50% de los votos y llevaría una ventaja de más de 30.000 sobre su oponente.

Warnock, un reverendo de 51 años, será el primer senador negro que representa a la sureña Georgia en la historia del país, después de haber sido pastor de una iglesia de Atlanta en la cual predicó el líder de los derechos civiles Martin Luther King, asesinado en 1968.

Mientras tanto, el periodista y candidato demócrata al Senado por Georgia Jon Ossoff mantiene una ligera ventaja sobre su oponente, el republicano David Perdue, en los comicios celebrados el martes en este estado, según las proyecciones que ofrecen los medios estadounidenses cuando está a punto de culminar el conteo.

Ossoff ha conseguido ya más del 50% de los sufragios, exactamente el 50,15%, mientras que el actual senador Perdue mantiene el 49,8% de los votos, según estas estimaciones.

El secretario de Estado de Georgia, el republicano Brad Raffensperger, ha celebrado la "tremenda participación" de este martes, la cual podría alcanzar, ha dicho, a cerca de 4,6 millones de electores.

"Somos un estado muy competitivo. Tendremos que esperar y ver cómo acaba todo esto", ha dicho Raffensperger, quien no ha querido especular acerca del sino de los votos que todavía no se han contabilizado, entre las cuales hay 17.000 que proceden del extranjero y de las delegaciones militares en el exterior, cuyos resultados no se conocerán hasta el viernes.

Una votación clave para el mandato de Biden

El resultado de estas elecciones resulta fundamental para el porvenir de la próxima Administración de Joe Biden, pues los demócratas necesitan estos dos últimos escaños para controlar el Senado, como ya hacen con la Cámara de Representantes.

En caso de que los demócratas se impongan en Georgia, conseguirían 50 senadores, los mismos que los republicanos, aunque dispondrían del voto de desempate en futuros debates legislativos de la que será presidenta del Senado y vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.

Esta segunda vuelta se está realizando después de que los mismos contendientes no lograran obtener el 50 por ciento de los votos necesarios para ganar las elecciones del 3 noviembre, después de que unos cinco millones de electores, de los 7,2 millones habilitados en el estado, acudieran en aquella ocasión a las urnas.