Los fallecidos en Italia con coronavirus han alcanzado este domingo los 19.899 tras registrar 431 muertos en las últimas 24 horas, el incremento más bajo de las últimas tres semanas, según informó el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli, en su boletín diario.

Desde el 19 de marzo, cuando se registraron 427 fallecidos, el incremento de víctimas mortales no había sido tan bajo en Italia.

En cuanto a los contagios, el boletín del domingo de Protección Civil cifra en 102.253 los positivos activos, 2.016 más que el sábado. En total los positivos por coronavirus son 156.363, incluidos dados de alta y fallecidos.

El número de altas médicas se sitúa ya en 34.211, frente a las 32.534 del sábado, 1.677 más, y hay 3.343 pacientes en cuidados intensivos, 38 menos que el sábado. Además hay 71.063 personas en aislamiento domiciliario tras dar positivo.

Un día más, Lombardía se mantiene como la región más afectada, con 10.621 fallecidos y 59.052 casos. Detrás se encuentra Emilia-Romaña (20.098 casos y 2.564 muertos) y Piamonte (16.660 casos y 1.729 fallecidos).

Por su parte, el neumólogo del Hospital Policlínico Gemelli Luca Richeldi ha destacado que hay tres indicadores "alentadores". El primero es el número de pacientes hospitalizados, que llevan una semana cayendo. El segundo es la ocupación de cuidados intensivos: "Por noveno día consecutivo, el número de hospitalizaciones ha disminuido, y esto es importante porque alivia la presión sobre los departamentos clave para salvar la vida de los enfermos", ha subrayado.

El tercero es la tasa de mortalidad, aún alta, pero en cualquier caso "estamos en el nivel más bajo desde las últimas dos semanas hasta la fecha". "La tendencia ahora es fiable. Podemos decir que las medidas adoptadas están teniendo un impacto en la propagación del virus", ha remachado.

El jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli, ha informado además de que ha firmado una ordenanza para prestar atención médica y mantener en cuarentena a los migrantes rescatados en el mar o llegados territorio italiano por sus propios medios. "Es una medida necesaria después del interministerial de los últimos días según el cual nuestros puertos no son seguros", ha explicado Borrelli en rueda de prensa.

EEUU, el foco mundial

Mientras, Estados Unidos ya se ha convertido en el principal foco mundial de coronavirus por muertos y casos con más de medio millón de afectados y los fallecidos por encima de los 20.000, según el balance actualizado de este domingo de la Universidad Johns Hopkins, en un día en que, como nota positiva, ya son más de 400.000 el número de contagiados que ha superado la enfermedad.

El balance global arroja un total de 1.827.284 contagios y 113.031 fallecidos. De ellos, 21.489 personas han muerto en Estados Unidos, donde el número de casos ya alcanza los 542.028, aproximadamente las cifras combinadas de España (166.019), Italia (156.363) y Francia (133.667).

A Estados Unidos, por contra, todavía le queda en torno a una semana, como mínimo, de camino al apogeo de la curva. Nueva York sigue siendo el epicentro de la enfermedad, con 9.385 muertos y casos en torno a los 160.000.

Reino Unido suma 737 fallecimientos

Mientras, el número de muertes registradas en hospitales del Reino Unido por Covid-19 ha aumentado en 737 en las últimas 24 horas, hasta un total de 10.612, informó este domingo el Ministerio de Sanidad.

Esta cifra es algo inferior a los 917 fallecimientos confirmados el sábado y al récord de 980 anunciado el viernes, que fue la mayor cantidad registrada en un día en un país europeo. El Ministerio indicó que, hasta las 08 GMT de este domingo, se han realizado análisis de la enfermedad a 282.374 personas, de las cuales 84.279 han dado positivo.

En una rueda de prensa, el ministro del Interior, Matt Hancock, declaró que se trata de "un día sombrío" en el Reino Unido, al superarse la barrera psicológica de las 10.000 muertes.

En declaraciones a la BBC, el científico Jeremy Farrar, miembro del equipo asesor del Gobierno, dijo previamente que "es probable" que este país sea "uno de los más afectados, o el que más" por la pandemia en Europa, por delante de Italia, España y Francia.

El anuncio de los últimos datos coincide con la salida del hospital londinense de St. Thomas del primer ministro conservador, Boris JohnsonBoris Johnson, que ingresó el pasado 5 de abril con Covid-19 y pasó tres noches en cuidados intensivos, y ahora seguirá recuperándose en su residencia oficial de Chequers.

Johnson da las gracias a la sanidad pública

En un vídeo difundido en Twitter, Johnson agradece personalmente a los profesionales del servicio nacional de salud (NHS) que le hayan "salvado la vida" e insta a los británicos a quedarse en casa para proteger la Sanidad pública.

Paradójicamente Johnson, que ha reconocido en su mensaje que estuvo a punto de morir, ha sido criticado por su lentitud inicial a la hora de aplicar las restricciones en el Reino Unido en pro de una hipotética inmunización colectiva por contagio, una teoría científica que el Gobierno asegura que no formó parte de la política oficial.

A la espera del regreso del líder, que es sustituido provisionalmente por el ministro de Exteriores, Dominic Raab, aumentan en el país las quejas del personal médico y de enfermería, entre otros sectores como el de atención social, por la falta de equipamiento de protección adecuado para atender a los pacientes.

El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, ha pedido que el Parlamento, suspendido desde el 26 de marzo salvo algunas comisiones de control, se reúna "cuanto antes" para someter a escrutinio la estrategia del Gobierno contra la pandemia.

Starmer ha señalado que el Ejecutivo debe responder frente a las acusaciones de falta de equipamiento así como de los indicios que demuestran que las personas de raza negra y de minorías étnicas están sufriendo más los estragos de este virus.

Un portavoz del líder conservador en la Cámara de los Comunes (el representante del Gobierno), Jacob Rees-Mogg, ha informado hoy de que se trabaja para que el Parlamento reanude sus sesiones virtualmente en la fecha prevista del 21 de abril, después del receso de Semana Santa.

Francia registra 14.393 muertes

Mientras, la epidemia se ha cobrado hasta este domingo en Francia la vida de al menos 14.393 personas, 561 más de las que se anunciaron el día anterior, informaron las autoridades sanitarias francesas.

El número de muertes registradas en hospitales en las últimas 24 horas fue de 315 -la cifra más baja desde el pasado 29 de marzo-, por lo que se mantiene el paulatino descenso tras el pico de 605 fallecimientos anunciados el pasado lunes, señaló la dirección general de Sanidad en un comunicado.

Asimismo las autoridades informaron de la muerte de otras 246 personas en residencias de ancianos o centros de dependencia, lo cual no implica necesariamente que esos decesos se hayan producido en las últimas horas, porque esas instituciones están comunicando sus datos de forma escalonada. Desde el pasado 1 de marzo, 9.253 personas han fallecido en hospitales en Francia, y otras 5.140 lo han hecho en residencias de mayores.

Por cuarto día consecutivo, el número de pacientes en cuidados intensivos, uno de los principales índices que Francia utiliza para seguir la evolución de la enfermedad, descendió, aunque sólo lo hizo de forma muy moderada, con una bajada de 35 pacientes respecto al día anterior. En total, en Francia hay 31.826 personas hospitalizadas a causa de la enfermedad, y uno de cada tres pacientes en cuidados intensivos tiene menos de 60 años.

Portugal supera los 500 fallecidos

Portugal registra este domingo 504 fallecidos y 16.585 contagios por coronavirus, que se propaga con mayor lentitud que en los últimos días, según los últimos datos divulgados por las autoridades.

En las últimas 24 horas, se contaron 34 muertes más y 598 nuevos infectados, lo que supone un incremento del 3,7% con respecto al sábado. Se mantiene así la desaceleración de la curva de contagios vista ya ayer sábado, cuando los casos también subieron alrededor de un 3%, tras la subida del 11% vista el viernes, que disparó la alarma de las autoridades.

En la conferencia diaria de balance del Covid-19, en la que se presentan los datos de la Dirección General de Salud (DGS), la ministra de Sanidad, Marta Temido, fue sin embargo prudente a la hora de interpretar estas cifras como indicativo de una tendencia de reducción. Por lo mismo, descartó poner fechas para un eventual regreso a la "vida normal".

"Las previsiones que nos gustaría hacer sobre nuestro futuro están caracterizadas por una gran incertidumbre", advirtió Temido, que subrayó que "lo que enfrentamos es nuevo y tiene una evolución aún muy desconocida" como para hablar de calendarios.

Mientras, continúan haciendo test para conocer la extensión del contagio, apuntó la ministra, que dijo que en promedio se realizan 9.100 test diarios de COVID-19 en Portugal, un país con 10 millones de habitantes.

También repasó datos sobre llegada de material, indicando que la entrega de 508 respiradores que tendrían que haber llegado al país a finales de la semana pasada ha acabado por atrasarse ocho días por cambios en la regulación de transportes en China.

A pesar de la aparente desaceleración de la curva de contagios y fallecidos, que no suelen ser más de 30 diarios, el presidente de Portugal propondrá la próxima semana extender al menos hasta el 1 de mayo el estado de emergencia que rige en el país.

Se trata de mantener el esfuerzo de recogimiento en casa durante todo abril para tratar de realizar las primeras aperturas de actividad en mayo, han explicado las autoridades, especialmente preocupadas con el efecto que la Pascua podía traer en el hasta ahora cumplimiento generalizado de las restricciones por parte de los ciudadanos.

Para evitar un nuevo pico, prohibieron desde el pasado jueves y hasta mañana que los ciudadanos se desplacen fuera del municipio de residencia a menos que se disponga de una justificación laboral, algo que controlan cerca de 35.000 agentes de la Guardia Nacional Republicana (GNR) y la Policía de Seguridad Pública (PSP).

Además, durante estos cinco días están cerrados al tráfico de pasajeros todos los aeropuertos del país.

Los portugueses se encuentran actualmente bajo un "deber de recogimiento general", para permanecer en su residencia salvo en las excepciones incluidas en la ley -como comprar bienes esenciales o hacer deporte al aire libre-, pero solo hay sanciones para los enfermos o casos sospechosos de coronavirus que se salten el confinamiento.

Un deber respetado por la gran mayoría de ciudadanos durante la segunda quincena de marzo, aunque en los primeros días de este mes, y ante la sucesión de noticias sobre la inminente estabilización de la curva, empieza a quebrarse, dejando ver calles más concurridas.