En París, donde participó en una reunión con los ministros franceses de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, y Defensa, Hervé Morin, Serguei Lavrov recordó que en la conferencia de Annapolis (EEUU) a finales de noviembre pasado se pusieron las bases para la negociación entre palestinos e israelíes.

A ello se añade el interés por incorporar al proceso a sirios y libaneses, lo que podría desembocar en la convocatoria de esa conferencia.

"Si todos están preparados (para dialogar) nosotros lo estamos para organizarla", dijo Lavrov, quien la semana que viene hará una gira por Oriente Medio y podrá comprobar qué países están dispuestos a participar en esa eventual cita.

El jefe de la diplomacia rusa advirtió de que si finalmente fuera convocada, la conferencia "tendría que aportar un valor añadido" al actual proceso.

Los ministros franceses y rusos de Exteriores y Defensa mantuvieron la reunión que con carácter anual celebran desde 2002 y aprovecharon para expresar su deseo de una mayor cooperación.

Una muestra es la participación de Rusia en el contingente europeo que se despliega en Chad con fines humanitarios (EUFOR) y el permiso de tránsito por su territorio que el Gobierno de Moscú da a los medios de transporte franceses y alemanes para aprovisionar a los soldados occidentales desplegados en Afganistán.

Lavrov recordó que, aunque la OTAN ha pedido recientemente un acuerdo formal para ese tránsito, Rusia lo consiente desde hace años, aunque añadió que para que fuera más eficaz debería implicar a otros países del Asia Central.

La reunión no permitió avances en relación con el contencioso nuclear iraní.

El 3 de marzo pasado el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la tercera resolución en menos de dos años contra Irán por su programa de enriquecimiento de uranio e impuso nuevas sanciones al régimen de Teherán.

Moscú ha sido tradicionalmente un aliado de Teherán pero ha dado su apoyo a las sanciones tras constatar que "no ha habido pasos muy productivos hasta ahora" en la actitud de las autoridades iraníes, según Lavrov.

El ministro ruso y su colega Kouchner coincidieron en que el encuentro de hoy no ha registrado acuerdo alguno sobre el contenido de la oferta para que Irán acepte negociar la suspensión de su programa de enriquecimiento de uranio y colabora con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

"El diálogo es necesario y lo seguimos intentamos, pero por ahora las cosas no han ido muy lejos", indicó Kouchner.

Lo que unos y otros no ocultaron son sus diferencias sobre Kosovo, que hace algunas semanas decretó unilateralmente su independencia de Serbia.

Lavrov puso énfasis en que los países occidentales que han reconocido al nuevo Estado han incumplido la resolución 1244 de la ONU que consideraba Kosovo como parte del territorio de Serbia.

Se trata de una diferencia "insuperable", en palabras del ministro ruso, mientras que su colega francés admitió las "tensiones" que ha generado en la relación con Moscú, aunque "no se podía hacer de otra manera".

No obstante, Kouchner afirmó que durante la Presidencia francesa de la UE, a partir del 1 de julio, se impulsará un acuerdo de cooperación "estratégico" con Rusia.

Ambos estuvieron de acuerdo en la conveniencia de desarrollar la estructura de defensa europea, una idea que "resulta simpática" a Rusia por facilitar el multilateralismo mientras que Kouchner subrayó la conveniencia de atribuir a Moscú "un papel más importante en el mundo".