Davies también pidió a todas las partes implicadas que colaboren con Scotland Yard para esclarecer las circunstancias de la muerte de Litvinenko, que falleció el pasado jueves tras ser envenenado al resultar contaminado por polonio 210, un elemento de un altísimo poder radiactivo.

"Estoy seguro de que habrá una amplia investigación de la Policía sobre la muerte de Alexander Litvinenko", conocido por sus críticas al presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el portavoz conservador de Interior.

Davis recalcó que "es importante que haya una cooperación total de quienes puedan ayudar en la investigación, incluidas, si se les pide, las autoridades rusas".

"Es esencial que otros disidentes que viven en el Reino Unido tengan garantías sobre su seguridad", indicó Davis, al agregar que "también surgen preguntas sobre cómo puso usarse polonio 210" en este país.

El Gobierno británico ha pedido a Moscú colaboración para ayudar a Scotland Yard en su investigación de la extraña muerte del ex espía ruso, que en una carta póstuma acusó a Putin de urdir el supuesto crimen, aunque el Kremlin ha negado ese extremo.

Scotland Yard indicó que se encontró polonio 210 en el cuerpo del antiguo agente secreto, así como en su vivienda londinense y en un restaurante y un hotel donde se reunió con varias personas el pasado día 1, cuando comenzó a sentirse enfermo.

Litvinenko fue coronel del Servicio Federal de Seguridad (antiguo KGB soviético, al que también perteneció Putin) y vivía desde 2001 como refugiado en el Reino Unido, cuyo Gobierno le había concedido la nacionalidad británica.

El ex espía enfermó el pasado día 1 tras reunirse en secreto con Mario Scaramella, un profesor universitario italiano con buenos contactos en el mundo del espionaje, en un restaurante japonés en el centro de Londres.

Al parecer, Scaramella le facilitó nombres de las personas que podrían estar involucradas en el asesinato de la periodista rusa Anna Politkovskaya, que estaba siendo investigado por Litvinenko.

El antiguo agente secreto, de 44 años, murió el pasado jueves en el University College Hospital de Londres tras un rápido deterioro de su salud provocado por la intoxicación radiactiva.