La Policía está buscando a un quinto terrorista relacionado con los atentados cometidos la pasada semana en Londres, confirmaron ayer fuentes policiales a la cadena pública británica BBC.

Las fuerzas de seguridad persiguen a ese sospechoso después de confirmar que cuatro terroristas suicidas, todos ellos británicos aunque de origen paquistaní, perpetraron los atentados, que causaron al menos 52 muertos y unos 700 heridos.

La Policía centra su investigación en tratar de localizar al "cerebro" de la matanza, tras la espectacular operación del martes que permitió la detención de una persona y la recuperación de explosivos.

Tres de los cuatro terroristas suicidas eran oriundos del condado de West Yorkshire (norte de Inglaterra), mientras que los detectives han identificado al cuarto sospechoso, aunque no han facilitado detalles.

Dada la juventud de los autores de los ataques, de edades comprendidas entre 19 y 30 años, los investigadores creen que otra persona pudo coordinarles y darles instrucciones sobre cómo tenían que colocar las bombas.

Tres artefactos estallaron el pasado día 7, casi de forma simultánea y a primera hora de la mañana, en tres estaciones del metro -King's Cross, Liverpool Street y Edgware Road-, mientras que otra bomba explotó después en un autobús en la plaza de Tavistock, en las inmediaciones del Museo Británico.

Agentes de la brigada antiterrorista de Scotland Yard no descartan que la célula terrorista pudiera haber operado bajo el mando de otra persona.

Las fuerzas del orden tratan de establecer, además, el origen de los explosivos encontrados en los registros llevados el martes en seis viviendas del área de Leeds (norte de Inglaterra) y en un automóvil aparcado en la estación de Luton (norte de Londres).

En esa operación, la Policía detuvo en Leeds a una persona, supuestamente pariente de uno de los terroristas, que estaba siendo interrogada ayer en una comisaría del centro de Londres, según fuentes policiales. Al respecto, un tribunal concedió ayer una prórroga de tres días a la Policía para poder interrogar al sospechoso, de 29 años y cuya identidad no se ha divulgado.

El mayor temor de las autoridades británicas es que otras células terroristas puedan tener medios y estar preparadas para perpetrar más atentados.

El ministro británico de Interior, Charles Clarke, advirtió hoy de la posibilidad de que puedan cometerse más ataques suicidas en el Reino Unido. "Nos tenemos que organizar pensando que hay otras personas preparadas para esto", declaró Clarke desde Bruselas, donde presidió una reunión extraordinaria de ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea (UE) para abordar las consecuencias de los ataques.

En la misma, los 25 Estados miembros de la UE lanzaron un mensaje de seguridad a los ciudadanos europeos y de unión y fortaleza ante los terroristas tras "los brutales y trágicos incidentes de Londres", que demuestran que este problema debe tratarse "a nivel mundial".