El alcalde de Londres, Ken Livingstone, viajó ayer, en metro a su puesto de trabajo y pidió a la población que siga con su vida de manera normal. Livingstone tomó el metro en la estación Willesden Green, al noroeste de la capital británica, con destino a London Bridge, en el sur, para llegar a su trabajo en el Ayuntamiento. "Todos vamos a trabajar. Seguimos con nuestra vida. No dejamos que un pequeño grupo de terroristas cambie nuestro modo de vida", declaró el alcalde a los periodistas. Sobre si la población debería olvidarse de lo ocurrido el pasado día 7 en Londres, Livingstone admitió que no cree que se pueda olvidar fácilmente lo que pasó.