Contenido ofrecido por:
Lara, una joven madre recién amputada del brazo tras una enfermedad, se enfrentaba a una realidad llena de barreras. Ni traumatólogos, ni ortopedas ni rehabilitadores le ofrecían una solución clara. Recorrió sin éxito ortopedias de toda la región de Murcia hasta recibir una prótesis ensamblada con piezas de distintos países. No funcionaba. Se caía. No le servía.
Fue en ese momento cuando una práctica académica en impresión 3D encendió una chispa. Lo que empezó como una mejora casera evolucionó —pieza a pieza— hasta convertirse en una prótesis biónica funcional. Así nació Limbium, con un objetivo claro: crear soluciones reales y adaptadas para personas amputadas. Y es que la startup Limbium no es sólo una empresa de diseño y fabricación de prótesis. Es también una historia de empatía, resiliencia y transformación. Su origen nace, pues, de una necesidad urgente.
El primer prototipo no fue recibido con entusiasmo por todos. “¿Para qué quiero eso?”, dijo uno de los primeros usuarios potenciales. Esa respuesta abrió un nuevo enfoque: personalizar según el estilo de vida. Así nació la línea deportiva de prótesis mecánicas, diseñadas específicamente para actividades como el gimnasio, el remo, el ciclismo o el boxeo. “Queremos que cualquier persona, sin importar su tipo de amputación o nivel deportivo, pueda disfrutar del ejercicio”, asegura Alberto Martínez Ramos, cofundador y director de Limbium.
El salto cualitativo en Limbium llegó gracias al programa PADIH (Programa de Apoyo a los Digital Innovation Hubs), financiado por la Comisión Europea y articulado en Murcia a través del Ágora DIH. Este hub está formado por seis entidades clave: el Instituto de Fomento (INFO), la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), la Universidad de Murcia (UMU), los Centros Europeos de Empresas e Innovación (CEEI) de Murcia y Cartagena y el Centro Tecnológico de las TIC.
En su colaboración con la UPCT, Limbium pasó de trabajar con impresión FDM básica a utilizar tecnologías avanzadas como resinas SLA, SLS con materiales como nylon y mecanizado metálico para reforzar sus prótesis. Gracias a esta evolución, hoy sus dispositivos permiten desde ejercicios de rehabilitación hasta entrenamientos de alto rendimiento. “El acompañamiento ha sido total”, destacan los fundadores de la empresa beneficiaria, “desde la solicitud, que fue muy sencilla, hasta la asistencia técnica y formativa. Siempre nos facilitaron todo”.
Uno de los grandes logros de Limbium ha sido romper barreras económicas. Gracias a la colaboración con ortopedias de toda España y el apoyo de la Seguridad Social, sus prótesis están completamente subvencionadas. El proceso es moderno, digital y ágil: escaneado 3D del paciente, diseño personalizado, impresión y montaje. Y los resultados son impactantes. A Alejandro, un joven deportista con amputación congénita, parece haberle cambiado la vida: “He buscado durante años algo que me permitiera seguir haciendo deporte. Esta prótesis es ligera, resistente, fácil de poner y me da posibilidades infinitas”.
Rubén, de 15 años, también ha encontrado en Limbium una solución a sus dolores de espalda gracias a una prótesis adaptada al entrenamiento de fuerza.
Lo que ha logrado Limbium, cualquier empresa con visión puede lograrlo. El Programa PADIH y los EDIH, como el Ágora DIH de Murcia, ofrecen una puerta abierta a la transformación digital. Desde la formación hasta la financiación, pasando por el acceso a nuevas tecnologías, el proceso es sencillo, ágil y altamente beneficioso.
Si tienes una idea, un reto o un producto con potencial de cambiar vidas, el ecosistema de innovación europea puede ser el impulso que necesitas.
El programa PADIH es posible gracias a la financiación del fondo NextGenerationUE en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España.