La fiesta de Podemos empezó poco después de las ocho de la tarde. Los militantes y simpatizantes se habían citado en la plaza Joaquín Baguena -la plaza del Museo de Bellas Artes (Mubam)- para conocer todos juntos la evolución de los recuentos. A las nueve de la noche ya eran varias las decenas de personas que miraban con atención la proyección en una de las paredes en la que podía seguirse uno de los programas especiales de las televisiones nacionales. «Aquí todos juntos es mucho más divertido ver cómo va la cosa», reconocía María, una de las jóvenes que tomaba tranquilamente una cerveza mientras observaba cómo iba el escrutinio.

Pasadas las diez de la noche, la emoción por las cifras que se iban conociendo en los resultados ya era evidente. Allí se aplaudía cualquier dato que significara cambio. El triunfo de Ada Colau en Barcelona, los buenos resultados de Carmena en Madrid y la pérdida de representantes del PP en Valencia eran recibidos con aplausos. Para las once y media todo eran nervios y personas ´enganchadas´ a la aplicación oficial de la Comunidad Autónoma. Los propios candidatos no dejaban de preguntar. Francisco Jarauta, candidato de Ahora Murcia, paseaba con verdadera cara de ilusión. «Vamos a conseguir siete en la Comunidad y tres en Murcia, ya lo verás», decía feliz. La fiesta ya no tenía control cuando llegó la medianoche. El grito de «sí se puede» inundó la plaza y la sede de Podemos.